Arturo Vidal vuelve a protagonizar escándalo en Casino Monticello ¡y lo niega!

Ayer por la mañana, el seleccionado nacional Arturo Vidal anunciaba a través de sus redes sociales que ya se encontraba en Chile, dispuesto a jugársela para que La Roja obtenga los 6 puntos este jueves en el partido ante Paraguay.

Pero hoy, el futbolista vuelve a protagonizar un episodio extrafutbolístico en el Casino Monticello, más específicamente en el hotel contiguo al recinto de apuestas, donde el jugador tenía 12 habitaciones reservadas para familiares y amigos cercanos.

Pero la fiesta que organizaron se salió de control con el correr de las horas y cerca de las 6 de la mañana los ruidos molestos se convirtieron en un verdadero escándalo. Por lo mismo, los guardias llamaron a Carabineros para terminar con el evento.

Según testigos, Vidal se encontraba en el lugar, donde sus acompañantes comenzaron a pelear en el pasillo bajo la influencia del alcohol. Además, habría habido lanzamiento de sillas e incluso jarrones.

 

El coronel Juan Baeza, jefe de la prefectura de Cachapoal, confirmó que Carabineros llegó hasta el lugar, donde conversaron con la gente de seguridad. «Ellos manifiestan que un grupo de personas habría provocado ruidos y algún tipo de desórdenes al interior de las habitaciones», declaró.

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Además, aseguró que Carabineros recibió antecedentes de la presencia de Vidal, pero que no vieron al futbolista, e informó que el personal uniformado «no observó en forma flagrante alguno de los hechos informados».

Esta mañana, Arturo Vidal llegó a Juan Pinto Durán, donde negó ante la prensa haber participado en el mencionado incidente. Además, confirmó que asistirá a la conferencia de prensa después del entrenamiento de la Selección.

«No sé de qué me hablan… Vengo recién de la casa y me están acusando de algo nada que ver. ¿Van a seguir ensuciando mi imagen?», fueron las palabras del volante.

Sin embargo, los trascendidos dicen que existiría un acuerdo entre Vidal y el casino para bajarle el perfil mediático a este escándalo, habiendo pagado ya por los desmanes producidos en el hotel, que ahora guarda silencio y se desentiende de lo ocurrido.