Muchas emociones se vivieron este viernes en el capítulo de “Verdades Ocultas”, pues estuvo marcado por varias escenas que dejaron sorprendidos a los seguidores de la teleserie.
El primer hecho impactante fue que Amelia Rivera (Javiera Díaz de Valdés) le confesó a su madre adoptiva que ella era en realidad Agustina, su hija que supuestamente estaba muerta.
Además, reveló que había tenido que operarse para escapar de Leonardo, y que el motivo de su regreso era recuperar a su hijo. Emocionadas hasta las lágrimas, se abrazaron y María Luisa le pidió perdón por no haber sido una buena madre, y prometió ayudarla en su propósito.
Posteriormente, vendría una nueva revelación, pues supimos que efectivamente Eduardo, el joven que llegó recientemente al pasaje Esperanza con su hermana, es en realidad hijo de la señora Maruja.
Y es que ella, en su juventud, se embarazó, pero decidió darlo en adopción y él quiso viajar a Santiago desde Chillán para saber por qué no quiso criarlo.
Por eso, para acercarse a ella y conocerla mejor, se ofrecieron los dos para hacerle una terapia complementaria, pues recordemos que él es quiropráctico y su hermana es psicóloga.
En otras escenas, vimos a Muriel nuevamente siendo presionada por Leonardo para ayudarlo a concretar sus malvados planes, y a Laura reprender duramente a su hijo Gonzalo por las crueles palabras con las que se refirió a su padre, asegurando que se avergonzaba de él y que no lo quería en su vida. Por eso, y como Mario se sentía mal por la actitud de su hijo, ella le recordó también que gracias a él su hijo había podido salir adelante tras el accidente que lo dejó en silla de ruedas.
Finalmente, apareció Rocío en medio de su luna de miel con Tomás y recibió el llamado de un número desconocido. Desde el otro lado, nunca se escuchó nada, pero luego se supo que se trataba de Leonardo, quien se alegró se escuchar la voz de su cuñada y corroborar que seguía teniendo el mismo número de teléfono.