Desde que Mega anunció la segunda temporada de su exitosa teleserie nocturna «Perdona nuestros pecados», sus seguidores están expectantes sobre cómo se vivirá en la trama el terremoto y tsunami de Valdivia de 1960. Hecho que marcará el ‘reinicio de la historia’.
En conversación con el diario La Cuarta, Nicolás Alemparte -director de la nocturna- reveló algunos detalles de cómo se realizaron estas impactantes escenas. «Con el equipo de producción nos pusieron la meta de acercarnos lo más posible a la veracidad y en ese sentido el elenco me ayudó muchísimo, porque hay una interpretación del miedo, de la angustia, que es muy potente. Fue un desafío, pero a la vez un regalo», comentó inicialmente.
Para luego revelar detalles inéditos sobre la escena que será emitida durante esta semana, y que fue filmada en un galpón de Calera de Tango, en la cual participaron los actores Mario Horton, en su rol del padre Reynaldo; Augusta Saavedra como la pequeña Eva (hija perdida de maría Elsa); la actriz Marian Di Girólamo y los padres adoptivos de Eva, Carola Julián y Sergio Silva.
Esto, sumado a las 50 personas de la producción, más siete encargados de los efectos especiales, quienes trabajaron durante una jornada completa para que la escena resultara lo más real posible; incluso repitieron dos veces el momento cuando el agua ingresa por la ventana de la casa de los Sotomayor en Valdivia.
«Fueron tres mil litros de agua los que entran a la escenografía, eso entra y pega directamente a los actores», señaló Alemparte al diario nacional. Esto, sumado a un tobogán de cuatro metros para poder recrear el montaje del tsunami, todo esto afirmado por una grúa, tal como se puede ver en la imagen.
Arriesgada escena para la que se tomaron todas las precauciones, según indicó el director: «Se tomaron todas las medidas de seguridad, estaba todo acordonado, estaba todo previsto para que no les pasara nada a nuestros actores».
Por otra parte, y sobre la impactante fotografía que ya comenzó a circular en la web, donde se ve al padre Reynaldo abrazando a la pequeña Eva mientras ingresa el agua ala casa, Nicolás Alemparte comentó que todo fue impresionante.
«Realmente es impactante. Ellos ven el agua y se abrazan el uno al otro, que es una cuestión natural, que le pasa a cualquier ser humano que se ve enfrentado a esa situación. Obviamente a uno eso le da un efecto que impresiona», finalizó.