Una de las parejas más polémicas del medio local, estaba compuesta por Yanina Halabi y Patricio Laguna, quienes varias veces se vieron envueltos en problemas relacionados con violencia intrafamiliar. La última de ellas fue en septiembre del año 2017, pelea que terminó poniendo fin a su matrimonio.
La ex pareja tiene dos hijos en común: Patricio de 7 años y José Ignacio de 4, quienes están al cuidado del modelo y ex concejal, esto porque tras el último escándalo, Laguna interpuso una querella contra Halabi por agresiones.
Pero luego de este complejo momento, Patricio decidió trasladarse hasta Rancagua, lugar donde vive junto a sus padres, quienes lo han ayudado con el cuidado de sus hijos. De esta nueva vida el modelo habló con el diario Las Últimas Noticias.
«Quise entregarles un entorno mejor, más contención, estabilidad y un ambiente familiar. Mis hermanas y sus hijos viven cerca de nosotros, por lo tanto, ellos están creciendo cerca de sus primos», comentó Pato al medio nacional.
Pero esto no es todo. El ex político también se refirió a cómo se sintió luego de que su matrimonio fracasara. «Si yo no hubiera estado con mis hijos creo que habría caído en un hoyo de depresión. Pero no tuve tiempo de quedarme pegado. Desde el primer momento me enfoqué en sacar adelante a mis enanos y para eso necesitan ver a su papá bien», declaró.
Aunque también aseguró que esta fue una etapa compleja para él. «No niego que pasé momentos súper dolorosos y que me gustaría que las cosas hubieran sido distintas. Creo que en algún minuto tendré que hacerme una terapia psicológica», indicó.
Por su parte, la abogada de Patricio Laguna también habló con LUN, revelando que su representado se encuentra realizando los trámites para divorciarse de Yanina Halabi.
«En enero se presentó el cese de convivencia, que es un requisito necesario para presentar una solicitud de divorcio. Sin embargo, como Yanina (Halabi) se cambió de casa no ha podido ser notificada. Pero hoy en día se puede obtener el divorcio de manera unilateral después que se cumplen tres años del cese de convivencia», comentó Ingrid Weldt.
A raíz de todos estos cambios, el modelo decidió trasladar su oficina hasta Rancagua y desde ahí manejar sus negocios, para así dedicarle más tiempo a sus hijos pequeños.
«La oficina en la casa se debe a que es más fácil para ver a mis hijos. Me encargo de todas sus cosas, no es que yo se los pase a mis papás y ellos hagan toda la pega. Los voy dejar y a buscar al colegio, me preocupo de su alimentación, de vestirlos, amononarlos, cortarles el pelo, llevarlos a sus actividades deportivas y ayudarlos con sus tareas que son un montón», explicó.
Finalmente, Laguna le cierra las puertas al amor, ya que está demasiado ocupado con el cuidado de sus hijos y el trabajo, por lo que no tiene tiempo para formar una nueva relación.