La noche de este sábado, Chilevisión emitió un nuevo capítulo de su programa «La Divina Comida», el que tuvo una temática especial: el Día del Padre. Por esta razón, aparecieron en pantalla los hijos de cada uno de los protagonistas del episodio.
Fue así como Emeterio Ureta participó junto a su hija Isidora, Jorge Hevia apareció con su hijo ‘Coke’, y Carolina Infante hizo lo mismo con Belén Soto.
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Pero cuando fue el turno de la presentadora del tiempo de Canal 13 de recibir a sus invitados, se vivió un duro momento. Esto porque su hija Belén reveló un desconocido episodio de su vida.
La actriz confesó que tuvo una fuerte depresión cuando tenía 15 años, la que fue gatillada por mantener una relación abusiva con un hombre mucho mayor que ella, quien tenía 30 años. Pololeo que la joven mantuvo en secreto durante varios meses.
Durante la comida, Soto además reveló que este sujeto la manipulada emocionalmente: «Me hacía mandarle fotos cuando llegaba a la casa, de cómo salía vestida. Cada vez que peleábamos, él terminaba teniendo la razón (…) Me decía ‘te cagué porque te amo’. Tú como niña empiezas a creer ‘lo amo, no lo puedo dejar’. Y ahí él empieza a hacer lo que quiere con tu vida», comentó la actriz.
Además, agregó que uno de los episodios más duros que le tocó vivir en esta relación fue cuando perdió la virginidad con él en un motel. Hecho del que su madre se enteró solo cuando Belén Soto comenzó a escribir su libro, el que pronto será lanzado y donde hablará sobre el cuerpo femenino y su experiencia de autoaceptación.
Producto de lo anterior, la hija de Carolina Infante sufrió una depresión durante 3 años y, además, subió 15 kilos. «Traté de pasar por psicólogo y psiquiatra, pero no funcionó”, contó la intérprete, para después señalar que al tiempo se dio cuenta de que todo fue provocado por esta relación abusiva.
Finalmente, la conductora de «El tiempo», de Canal 13, dijo que se sentía culpable por no haberse dado cuenta de lo que estaba viviendo su hija, sin embargo, Belén le dijo que no era su culpa, pues ella nunca le pidió ayuda por la vergüenza que sentía.