En una nota anterior de Te Caché les contábamos que el nuevo galán de Yamila Reyna había viajado desde Italia para recorrer con ella algunos lugares de Chile.
Lo cierto es que Ergi Djepaxhija llegó a nuestro país el 21 de noviembre, todo para acompañar a la trasandina en el día de su cumpleaños, pues alcanzó los 40 el 27 del mes pasado. «Nunca pensé que un hombre haría algo tan jugado por mí. Cuando nos conocimos en Florencia, yo después seguí mi viaje a Roma y él llegó de sorpresa, pero no me imaginé que sería capaz de viajar tanto para verme», comentó la comediante al diario Las Últimas Noticias.
Engancharon en un restaurante europeo y los tortolitos ya llevan juntos dos meses, sin saber bien cómo lo harán con el tema de la distancia. «Estamos muy enamorados los dos, pero yo debo ser sincera: acá él la rema más que yo. Yo habría terminado hace rato, pero Ergi no me deja. Varias veces le dije por teléfono que termináramos porque no quiero sufrir, pero él insistió que no», comentó Yamila.
Según la actriz argentina, la verdadera prueba vendrá ahora, pues ella tiene mucho trabajo con sus presentaciones y eventos, mientras él tampoco puede faltar al restaurante que administra en Florencia.
Por lo mismo, aunque quisieran no tener que pensar en lo que vendrá, igualmente conversaron la opción de que él viniera a hacer negocios a Chile, pero las circunstancias actuales hacen difícil este panorama, y ella no está dispuesta a dejarlo todo por amor para irse a Italia.
«Llevo siete años rompiéndome el lomo en Chile, apostando, y cuando me empieza a ir bien aparece esta oportunidad. Pero también a mis 40 años, y después de dedicarme tanto tiempo a mi carrera, me dan ganas de apostar por el amor y formar una familia», reconoció a LUN.
En ese sentido, Yamila Reyna no descarta su deseo de tener hijos. «No quiero ser madre soltera. Quiero un compañero, casarme», confesó en la entrevista.
Finalmente, aseguró que Ergi sería una buena opción para seguir este objetivo. «Él es familiero, honesto, transparente, muy esforzado. Manejamos los mismos códigos, quiere lo mismo que yo y eso me tiene el corazón contento. Es un tipo que me llena de amor, que no se queda solo en el verso», concluyó.