En todo un enigma policial se ha transformado el caso del pequeño Tomás Bravo, desaparecido hace ya una semana en Caripilún, en la Región del Biobío, lo que ha originado que se lleve a cabo un despliegue de grandes proporciones en las cercanías del lugar.
La última información que se tiene es que se encontraron manchas de sangre en el Puente El Molino, muy cercano a donde se produjo su extravío.
Fueron efectivos de la Brigada de Homicidios y Criminalística de la Policía de Investigaciones quienes detectaron un hilo de manchas que cruzan todo el puente, las que serían relativamente frescas y que estarían siendo periciadas con el fin de dilucidar si corresponden o no al pequeño de tres años y siete meses.
Anteriormente a esto, el líder del Grupo USAR de Bomberos detalló que se encontraron fecas de puma, pero aclaró que es habitual encontrar ese tipo de especies en la zona.
«En este sector es normal que anden pumas, es un sector de hábitat de pumas, pero ha estado personal del SAG instalando cámaras para poder detectar en qué lugar podría habitar el puma y se han llevado muestras, fecas del animal». indicó.
Cabe mencionar que este miércoles se realizó una velatón en el mismo Puente El Molino, tras cumplirse una semana de su desaparición.
En cuanto a la madre del menor, Estefanía Gutiérrez, hoy visitó las instalaciones temporales de la PDI en Caripulín para reunirse con funcionarios de la institución policial.
«Ella está desesperada y quería saber información de la PDI», señaló al matinal de Chilevisión Omar, tío de Esefanía Gutiérrez, agregando que «entiendan lo que está viviendo (…) Ahora, ella no está para que la presionen. Está muy mal y nosotros como familia también».