Recientemente, en un nuevo capítulo del programa «Me Late», la panelista Mariela Sotomayor relató un contacto extraterrestre que tuvo en el océano mientras viajaba en un crucero por Vancouver y Alaska, asegurando que no había contado antes esta experiencia por vergüenza o que no le creyeran.
«Cuando yo estuve en Alaska y tuve este contacto y fue heavy, porque la gente no entiende por qué uno se asusta. Yo ese día estaba en el piso 14 de un crucero en medio del Océano Artico, no había absolutamente nada en el cielo, no podía haber nada», comenzó diciendo la periodista de espectáculo.
En dicha instancia, la mujer se dedicaba a dar a conocer una línea de cruceros siendo embajadora de la marca. Efectuó la travesía junto a Jordi Castell y su entonces novio Juan Pablo Montt.
«Estábamos con Jordi Castell y con Juan Pablo Montt. Ellos se fueron a acostar y quedé yo con dos personas arriba. Y de repente trato de hacer un vivo (transmisión por Instagram), porque me doy cuenta que tenía señal. Y de repente veo, te juro que eran como seis lunas, tal cual, encima de nosotros», detalló.
«Fue tan impresionante que yo bajé el teléfono, ni siquiera atiné a grabar. Lo único que sentí fue un pánico tan grande. Nunca había sentido ganas de esconderme adentro mío, porque no había ningún lugar donde yo pudiera resguardarme de algo. Y fue absolutamente heavy», agregó.
«Eran lunas, te lo juro. Eran luces así, una al lado de la otra. Fue impactante ver que eso estaba pasando realmente y me dio mucho miedo que algo me tomara, no sé. Esto yo no lo he contado nunca porque me da lata que la gente se ría».
«Pasó eso, nosotros preguntamos por todas partes, la cabeza del ser humano trata de explicarse, de alguna forma tú tratas de encontrar una respuesta. Yo dije ‘a lo mejor pasamos por dos poblados y habían luces que los unían’. Y me dicen ‘estamos en un piso 14 de un barco. Imposible’. Entonces fue verdad», dijo Mariela.
«Ese día nosotros dormimos muy mal y al día siguiente teníamos que ir a un glaciar, que es una rareza de la naturaleza, porque crece la montaña todos los años, nadie ha podido explicar por qué crece. Llegamos ahí, tomamos unas fotos».
«Y antes de irnos, un amigo de nosotros que es contactado de los extraterrestres me dice ‘ustedes van a tener contacto’. Subo unas fotos y mi amigo se da cuenta de que había algo raro y me dice ‘fíjense en las luces atrás’. Y ahí aparece, que es una foto que yo subí a mis redes, donde arriba se ve como unas especies de esferas dando vueltas», continuó.
«Pero lo más terrible es que esa noche hubo una tremenda tempestad, yo me acuesto y fue toda la noche sentir que el barco se movía, un infierno. Y con mi amiga con la que estábamos en esa habitación empezamos a despertar con crisis de pánico. Las dos transpirando, mal».
«Y en una de las veces que me despierto me doy cuenta de que mi cobertor tenía una mancha, pero por dentro. Y era una mancha igual a las cuando uno se ha operado, que te sale como una mancha rosada con amarillo. Yo les juro que yo abro el cobertor, veo esta mancha, la toco y estaba húmeda. No sabía qué pensar».
«Esa es la foto. Esa foto la sacó Jordi. Arriba se ven las luces y abajo se ve algo otra vez. Cuando pasó esto nos dio tanto miedo que yo les dije a los chiquillos ‘no digamos nada’, porque me pasé el rollo, en Estados Unidos, qué sabe uno de los pactos que puedan tener», expresó.
«Y ahí fue cuando yo descubrí que tenía que arrancar de aquí, tenía que irme rápido de Santiago, sentí una urgencia tremenda de irme a la montaña. Del crucero le escribí a mi marido, ‘no quiero seguir viviendo la vida que vivimos. Quiero mirar el cielo, los árboles, nos vamos al Cajón del Maipo’».
«Y fue así. Y justo yo me voy al Cajón del Maipo y a los dos meses aparece la pandemia. Siempre digo que fue como si algo nos hubiese avisado, porque cuando estaba ahí y miraba las montañas, los árboles, sentía como si fuera de ahí».