Sin duda lo que está pasando a nivel país tiene preocupados a la gran mayoría de los chilenos.
Recientemente, Claudio Figueroa confesó haber asesinado a la joven San Felipeña, Michelle Silva, que se encontraba desaparecida desde el 6 de enero.
Ahora, desde Biobio entregaron fuertes y escabrosos detalles de cómo fue que el hombre asesinó a la joven de tan solo 20 años.
Según lo expuesto, «la primera vez que Michelle Silva llegó hasta la calle Maipú con Chacabuco, en San Felipe, eran las 3:28 de la madrugada del 6 de enero. Fue el propio Claudio Figueroa quien la citó a esa dirección minutos antes a través de Grindr para comprarle droga. Michelle no se hizo problemas. Se subió a un Uber y llegó al punto de encuentro. Figueroa eso sí no apareció. La miró desde la ventana e ignoró sus llamadas».
«Este conchadesumadre no apareció y me apagó el celular», le dijo Michelle al mismo Uber que ahora la trasladaba de vuelta.
En ese momento, el Uber le ofreció llevarla hasta su casa, pero ella se negó: «No, tío. No se preocupe. Demás que en la noche cae algo», dijo.
Así que la dejó en la esquina de Colorado frente a una carnicería. Desde ahí tomó otro Uber. Para entonces ya eran casi las 4:40 de la madrugada. Cuando se bajó estaba otra vez en calle Maipú.
En esta oportunidad, el encuentro con Figueroa se concretó. Él mismo declaró: «Me mantuve en el marco de la puerta hasta que la niña (Michelle) llegó a la altura de mi casa. En ese momento hablé con ella. Nos saludamos, hablamos de la droga, me pidió pasar a mi casa para no hacer la venta en la calle, así que en ese momento la entré a mi casa y nos fuimos a una de las piezas del patio que mi mamá tiene para arriendo».
«La habitación no tenía más que una cama y un velador. Cuando entraron, Claudio le dijo que esperara un rato porque iba al baño. Poco antes le había pedido dos condones a su hermano que estaba viendo una película en otra pieza de la casa».
«Al llegar unos minutos después me di cuenta de que (Michelle) tenía mi celular y mi plata en su cartera. Le pedí que me las devolviera, pero no me hizo caso», expuso el asesino confeso.
«Ella se encontraba sentada en la cama y por la espalda la tomé por el cuello con el cordón y la empecé a asfixiar, hasta que me di cuenta que la había matado», señaló.
Una hipótesis de la fiscalía es que él quería tener relaciones sexuales pero ella se negó, y que por eso el hombre terminó asesinándola.
«Esa noche no estaban solos. En la misma casa dormían la madre y el hermano de Claudio. Ambos coinciden que al día siguiente, la madrugada del domingo, vieron que la luz y el ventilador de su pieza estaban encendidos. Había 33,8 grados a la sombra. Ambos concuerdan también que salía un olor putrefacto desde ahí. Y ambos declararon que su actitud era extraña. Exaltada y nerviosa», se informa.
«Sentí el fuerte olor en toda la casa, como a podrido. Muy fuerte. De hecho mi pareja también sintió el olor, como si algo se hubiese descompuesto. Mi mamá se levantó y dijo “¿qué hizo este hueón que hay tan mal olor?», reveló su hermano a la PDI cuando lo entrevistaron.
El mismo domingo 7 de enero, su hermano dijo que vio a Claudio Figueroa llevando un bulto envuelto en un saco blanco: «Le pregunté qué andaba haciendo y qué llevaba en el saco. Me dijo que era ropa suya que le habían regalado y que se la iba a llevar a nuestro tío».
«No dio más explicaciones y salió de la casa. Se intentó llevar el saco arriba de su bicicleta. Las cámaras de seguridad registraron que se tambaleaba y se caía. Por eso, unos seis minutos más tarde, volvió a la casa para buscar un carro de supermercado y terminar de trasladar lo que en verdad era el cuerpo de Michelle».
Claudio testificó que cruzó el Puente El Rey y llegó al río Aconcagua. Ahí agregó unas piedras al saco y tiró el cuerpo al agua.
Cabe señalar que fue su madre quien, al darse cuenta que su hijo estaba involucrado en la desaparición de Michelle, fue hasta la PDI de San Felipe para confesar, mientras que el hombre, quien había huido de su casa para esconderse, finalmente terminó volviendo y confesando el crimen el pasado 20 de enero.
Aunque relató los hechos e indicó el lugar donde supuestamente la lanzó al agua, su cuerpo todavía no aparece. Lo único que hallaron fue su labial en la habitación donde fue asesinada. Estaba justo debajo del somier de la cama. Su cartera y una zapatilla, identificadas por su familia, también aparecieron en medio de la búsqueda.
Este miércoles el Juzgado de Garantía de San Felipe decretó la prisión preventiva para Claudio por el delito de femicidio y un plazo de investigación de 180 días.
El cuerpo de Michelle aún no puede ser encontrado.