Anoche, en «Gran Hermano Chile» dieron cuenta de que un participante había estado muy ‘bajoneado’ recientemente al interior del encierro, por lo que entraría su esposa, con el fin de que ella pudiera ‘animarlo’ en la dinámica de ‘el congelado’.
Lejos de que esto sucediera, al verla, Iván no se pudo quedar congelado y la abrazó y besó, largándose a llorar, instante en que el congelado se detuvo y Titi pudo saludar a todos los concursantes y entablar asimismo una conversación con Diana Bolocco desde el estudio.
Fue en ese momento que El Potro Cabrera manifestó sus ganas de renunciar al encierro, tras ver a su esposa y señalar que la extrañaba mucho, igual que a sus hijos.
«Antes de eso, quiero aprovechar de decir que yo sí me quiero ir de regreso a mi casa. Quiero estar con mi mujer, con mis niños. Definitivamente, sentí que el encierro iba a ser difícil, pero para mí ha sido más allá todavía», expresó Iván, ante las lágrimas y la pena de sus compañeros, que le pedían que se quedara unas semanas más en la casona.
En cuanto a la vida privada de ambos, alcanzaron a estar cuatro años separados, tiempo en el que hubo varias polémicas de por medio, y ella tuvo otro hijo: Luciano, pequeño que hoy en día es un hijo más para Iván.
«Nunca lo dejé de amar», expresó tras su inesperada reconciliación Tiffany Magrini, venezolana que lleva mucho tiempo viviendo en Chile y que incluso tiene ya nuestro acento.
Cabe señalar que su corta presencia en el programa no pasó para nada desapercibida entre los televidentes, ya que Titi fue directo a encarar a Camila Power: «No me podía ir sin decirte a tu cara, que me caes pésimo, que lo único que espero es que salgas a placa y que te vayas», dijo sin filtro.