Después de semanas de controversia y especulaciones, Daniel Fuenzalida rompió el silencio sobre la millonaria deuda que mantenía con Rosario Bravo, por su trabajo conjunto en el podcast «¿Cómo están los weones?», que terminó de manera abrupta con declaraciones cruzadas entre ambos.
Hace algunos días, la periodista Paula Escobar, en el programa «Zona de Estrellas», reveló que Rosario solo había recibido 15 millones de pesos, correspondientes a los pagos por visualizaciones del programa en YouTube. Esta cifra estaba muy por debajo de lo que correspondía, asegurando que Fuenzalida le debía cerca de 80 millones de pesos.
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Daniel Fuenzalida entrega cifras tras el fin de su podcast con Rosario Bravo
Para poner fin a la polémica, Fuenzalida publicó un video en su canal de YouTube: «Tengo las manos limpias, como siempre las he tenido. Este es un video para aclarar toda la situación y poner punto final al podcast ¿Cómo están los weones? con Rosario Bravo, a pesar de todo lo que se ha dicho y lo que se me ha ninguneado», explicó el conductor.
Agregó: «Se me ha dicho muchas cosas, que debo plata, que soy un chanta, que soy un estafador y me he tenido que aguantar lo que me han dicho personas por redes (…) Voy a tener que hablar con cifras, porque así lo hizo Rosario; lamentablemente, ella salió a hablar con cifras».
Según Fuenzalida, tras el fin del podcast comenzó el proceso de cuadratura de las facturas, iniciado el 1 de agosto. El animador detalló que el programa generó: $215.725.500 en publicidad directa y $33.513.100 por visualizaciones en YouTube.
Estos montos fueron divididos en partes iguales entre ambos animadores, asegurando que Rosario Bravo ya había recibido más de $70 millones.
Sobre la cifra pendiente, Daniel precisó que el monto restante de $53.429.516 ya fue entregado mediante un vale vista a nombre de Rosario Bravo, disponible para su retiro en una notaría del sector oriente de Santiago.
Fuenzalida cerró la polémica reconociendo un error de gestión: «Reconozco que mi error fue lo de la marca. Fui el primero en hacer el mea culpa, de no haber hecho a Rosario mi partner en ese momento. Fue una cuestión de gestión, no de mala intención».
Con esto, Daniel busca zanjar cualquier malentendido y poner fin a la disputa mediática sobre el fin del podcast.