En medio de la expectación por la programación del Festival de Viña del Mar 2026, la ausencia de María José Quintanilla volvió a generar interrogantes entre sus seguidores. Aunque la artista ha manifestado públicamente su deseo de cantar en la Quinta Vergara —y el público la pide desde hace años—, su nombre no figura en la parrilla oficial del certamen.
Durante las últimas semanas han circulado diversas teorías sobre por qué la intérprete de «Qué culpa tengo yo» no ha logrado concretar su esperado debut en el escenario viñamarino. Incluso, una reciente declaración del director del Festival, Álex Hernández, alimentó la polémica. Según señaló, en 2024 existió la intención de sumarla a la edición 2025, pero las negociaciones no avanzaron debido a que su representante y hermano, José Enrique Quintanilla, no habría asistido a una reunión clave.
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Sin embargo, esa versión fue rápidamente desmentida por el propio entorno de la artista. Fue Willy Sabor, panelista del programa «Hay que decirlo» de Canal 13, quien reveló una conversación directa con José Enrique. De acuerdo a su testimonio, la explicación sería totalmente distinta: «No vamos porque nunca nos han llamado, nunca», habría asegurado el hermano de la cantante.
Con ello, el círculo cercano de Coté Quintanilla descarta cualquier problema de negociación y recalca que nunca ha existido una invitación formal por parte de la producción del Festival, contradiciendo lo señalado previamente por Hernández.
¿Y por qué no estará en la Gala de Viña?
El panelista también aclaró otro punto que generó dudas: la ausencia de María José Quintanilla en la esperada Gala del Festival. Aunque sí fue invitada, la artista no podrá asistir debido a compromisos laborales.
Según la información entregada, María José Quintanilla tiene su agenda completamente copada: los días jueves, viernes, sábado y domingo se encuentra comprometida con Mega, mientras que lunes, martes y miércoles está dedicada a las grabaciones de su nuevo programa. Por lo mismo, asistir a la gala resultaba incompatible con su carga laboral.
Con estas declaraciones, queda claro que la ausencia de la cantante en el Festival de Viña 2026 no responde a conflictos internos, sino simplemente a que la producción nunca ha concretado una invitación oficial, pese al interés de Quintanilla y el fervor del público que la espera hace años en el icónico escenario viñamarino.