El animador Martín Cárcamo sorprendió recientemente al compartir un relato íntimo sobre un problema de salud que lo afecta desde su adolescencia: la pérdida casi total de la visión en su ojo izquierdo.
En conversación con La Firme de La Cuarta, el conductor relató cómo todo comenzó durante sus años escolares. «Saliendo de 4to medio en el Colegio Mackay, una mañana recibí un golpe jugando rugby y en la tarde un pelotazo jugando fútbol. Se me perforó la mácula, el centro del ojo conectado con el cerebro», recordó.
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El incidente ocurrió el 12 de octubre de 1992. Al día siguiente, Cárcamo se dio cuenta de la gravedad: «A las 10:30 de la mañana, caché que no estaba viendo nada; llamé a mi mamá y me llevaron al doctor, que dijo: ‘Puede que tenga desprendimiento de retina, pero puede ser en la mácula’. Me dieron corticoides, tuve que estar acostado tres meses, ya que el ojo se demora un año en cicatrizar, y me cerraron el año escolar», confesó.
Los desafíos de Martín Cárcamo en la TV tras perder la visión de su ojo
A pesar del tratamiento, el animador continuó enfrentando problemas de visión y, hasta hoy, solo conserva un 5% de visibilidad en su ojo izquierdo. «Veo la luz y algunos colores, por eso tengo movilidad en el ojo; si no, estaría fijo», explicó.
Martín reconoció que hace décadas no existían tratamientos avanzados para su condición: «Ahora creo que podría haber tenido una operación. Hace más de 30 años, no había reparación. Te mareas, pierdes profundidad y una serie de cosas, con el ojo tapado. Hoy también estoy sintiendo ciertas cosas», agregó.
El impacto de esta limitación ha requerido que Cárcamo potencie la visión de su ojo derecho, lo que influye en su postura durante el trabajo: «Todas mis compañeras y el estudio están organizados para que yo pueda usar mi ojo derecho. Pero eso también provoca dolores de espalda y escoliosis, porque estoy cargado hacia un lado», cerró.
Con esta revelación, Martín Cárcamo deja al descubierto no solo los desafíos de vivir con una visión limitada, sino también la resiliencia que lo ha acompañado durante más de tres décadas, consolidándose como uno de los animadores más reconocidos del espectáculo nacional.