El ex jurado de «Yingo» vive en la cordillera de la Patagonia Chilena, lejos de la pantalla chica. Luego de quedar sin trabajo y enterarse que tenía VIH el opinológo decidió alejarse de Santiago, viviendo difíciles momentos, pero hoy dice estar tranquilo.
Ricardo Cantín Bayer está dedicado a la crianza de aves y gallinas, además de fabricar chocolates para venderlos y tener dinero.
El opinólogo comentó; «Llegó un momento en que tiré la toalla y lo dejé, me rebelé contra la enfermedad por depresión. Estuve muy mal, porque no veía mucho futuro. Y en eso me ayudó mucho mi cuñada y mi angelito, la Renata Bravo, que se quedó conmigo en mi casa, me tiró pa’rriba. Igual me han ayudado Fernando Solabarrieta y Karol Dance, que me ha venido a ver aquí. Pocos, pero buenos amigos».
Por último dijo; «Estoy agradecido de Dios, de la vida y de la enfermedad, que la encuentro ahora una bendición que antes fue un mazazo. Eso porque me ayudó a ver la vida de otra forma, a ser valiente para tomar decisiones, a reinventarme la vida, a vivir más sencillo».