Una brutal confesión realizó la deportista Erika Olivera, quien es la abanderada nacional para los juegos Olímpicos de Río 2016.
Erika confesó que por más de 10 años su padrastro abusó de ella, esto en medio de la entrevista que entregó a la revista El Sábado de El Mercurio. El pasado 23 de junio la deportista interpuso una denuncia en la Policía de Investigaciones en contra de Ricardo Olivera, pastor evangélico argentino quien vivió junto a su familia en Puente Alto.
La atleta reconoció; «Debo haber tenido 5 años la primera vez que me abusó en el campamento. El dormitorio estaba empapelado con un mural rojo tipo kraft. Él mismo lo había forrado. El empezó mostrándomelo como un juego, con caricias y después fue avanzando». Después agregó; «me acuerdo caminando hacia la puerta. Estaba sonada nomás. Tenía que llegar y aceptar. Tenía que pasarlo con él. Apenas tenía la oportunidad era llegar y llevar para él. Mientras yo no me pude defender, él hacía lo que quería conmigo».
Erika Olivera también dijo que vivió chantajeada por mucho tiempo, ya que para ir a una carrera o entrenamiento tenía que aceptar lo que él decía.