El debut de «Nadie está libre» tuvo como protagonistas a tres jóvenes madres muy irresponsables, que preferían pasarlo bien antes que cuidar a sus hijos. A petición de sus padres, las jóvenes fueron ingresadas a una cárcel femenina donde estuvieron un día con las reclusas, quienes la hicieron vivir la realidad del mundo penitenciario.
Durante la jornada debieron limpiar los baños y algunas salas comunes, además de soportar las burlas y gritos de las reclusas. Durante el capítulo las jóvenes se enteraron de cosas que desconocían, por ejemplo una de ellas consumía cocaína y la otra participó en el atropello de una persona al viajar en un auto con amigos que estando borrachos.
Luego de pasar por la cárcel, las jóvenes pasaron por terapia familiar donde las ayudaron a cambiar sus vidas, lo que según sus madres se ha mantenido con el tiempo.
Estas fueron las reacciones en redes sociales del programa de canal 13, el que promedió 13,3 puntos de rating: