El pasado 15 de enero se confirmó la muerte de Dolores O’Riordan, la vocalista del grupo The Cranberries. Ocasión en la que su manager informó sobre este lamentable acontecimiento a través de un comunicado: “Los familiares se sienten desolados al escuchar las últimas noticias y han solicitado privacidad en este momento tan difícil”.
Hoy, a poco menos de 8 meses de lo ocurrido, un informe forense finalmente reveló la causa de muerte de la cantante: se ahogó accidentalmente en la bañera de su habitación de hotel en Londres, Inglaterra, tras haber consumido alcohol en exceso.
«Nada indica que se pueda tratar de otra cosa que no sea un accidente», declaró el forense Shirley Radcliffe.
Cabe señalar que una agente policial, Natalie Smart, que acudió al lugar de los hechos, afirmó durante la audiencia «haber visto a O’Riordan sumergida en la bañera con la nariz y la boca totalmente bajo el agua». Además, en su habitación se encontraron varias botellas de alcohol vacías, al igual que frascos de medicamentos vendidos únicamente con prescripción médica.
La vocalista de The Cranberries había sido diagnosticada con trastorno de bipolaridad, pero respondía bien a su tratamiento, según la investigación de las causas de su muerte. Sin embargo, Dolores alternaba los períodos de abstinencia de alcohol con otros de consumo excesivo.