Es la gran noticia del espectáculo internacional que da vuelta por los diferentes medios de comunicación. Dana Martin, un criminal convicto estadounidense, además de secuestrar a los guardaespaldas -del artista- y a otras dos víctimas, también quiso hacerlo con el propio ídolo juvenil Justin Bieber. El preso habría acordado la cantidad a pagar a los sicarios para que cortasen y vendieran los testículos del canadiense; 2.500 del billete verde por cada testículo.
Dana Martin explicó que lo quiso hacer por una extraña obsesión que tiene por el cantante, específicamente por un tatuaje que tiene en la pierna, además de sentirse en la necesidad de llamar la atención de los medios.