La panelista de «Bienvenidos» se encontraba de vacaciones hasta hace muy poquito tiempo. Viajó a Los Ángeles, en Estados Unidos, y volvió con el cabello más corto y «con guata», según ella, porque comió demasiadas hamburguesas.
Por eso, no le ha resultado tan fácil retomar los entrenamientos en el gimnasio Body Palace de Conchalí, al que asiste hace tiempo. Allí, Kika Silva se pone unos guantes de boxeo que pesan 300 gramos cada uno y lanza golpes coordinados a su entrenador Christian Farías -ex campeón mundial de Kung fu y experto boxeador con cursos en el extranjero-.
«Lo que yo hago es enseñar boxeo tal como si el alumno fuera a combatir, pero sin la necesidad de subir al ring a agarrarse a combos», explica el sensei. Esto no es menor, ya que fuera del cuadrilátero Kika realiza un intenso trabajo de piernas, abdomen y tren superior, lo que combina con levantamiento de pesas.
La chiquilla entrena hace dos años, tres veces por semana. «Me sirve porque tonifica y aprovecho de descargar el estrés», confesó al diario Las Últimas Noticias. «La verdad es que yo como harto, pero nunca me peso. Solo hago deporte», agregó.
«Está comprobado que los ejercicios de alta intensidad sirven para controlar el peso, porque el metabolismo sigue trabajando muchas horas después del entrenamiento», explica Farías, quien también es dueño del gimnasio y entrena al pololo de Kika y a otros rostros de televisión como Humberto Sichel y Pancho Saavedra, entre varios más.