Los años pasan y queda claro que Pamela Anderson hace lo imposible para no envejecer. En esta oportunidad, llegó al Festival de Cannes 2017 luciendo un rostro que dejaba en evidencia el abuso de cirugías estéticas.
A sus casi 50 años, la rubia canadiense impactó a los presentes en su paso por la alfombra roja, pues se presentó prácticamente irreconocible con un notorio exceso de bótox.
Cabe señalar que la ex chica Playboy está siendo vinculada sentimentalmente con Julian Assange, el creador de WikiLeaks.
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