Francisco Saavedra se ha transformado en el animador mejor evaluado al interior de Canal 13, todo esto gracias a su programa «Lugares que hablan». Sin embargo, la vida del presentador ha estado llena de altos y bajos.
Mientras que su programa se ha transformado en un éxito de sintonía, ya que al animador siempre se le ve sonriendo y llenando de simpatía la pantalla, confesó que su vida en televisión no siempre fue así.
Uno de los momentos más complejos que experimentó fue cuando recién comenzaba a trabajar en la pantalla chica, esto porque no le agradaba a sus jefes. «A muchos ejecutivos yo no les gustaba. Claudio Bukovic (ex productor de Canal 13) me dijo ‘a mí no me gusta que trabajes con nosotros, pero vamos a hacerlo porque tienes algunos contactos'», reveló el animador según consigna BioBioChile.
Producto del ambiente poco amable en la televisión, Saavedra también comentó que hizo todo lo posible para poder encajar, algo que no le hizo feliz: “Me puse frívolo y excesivamente vanidoso, porque sentía que no estaban validando mi trabajo”.
Pancho Saavedra incluso se sometió a tratamientos estéticos como inyectarse bótox y someterse a una lipoaspiración, pero de igual manera sentía que no encajaba.
«Hice fiestas. Los invitaba a mi departamento. Fueron 10 años de soltería, donde me pasaba muchas veces que me acostaba con alguien, pero luego quería que se fuera de mi casa”, recordó.
Finalmente, una vez que comenzó a trabajar en el espacio cultural de Canal 13, con el cual recorre gran parte del país, logró desconectarse de la frivolidad de la televisión y conectarse con personas del Chile real. «Cuando veía a la gente, me sorprendía de que, para pasar el frío, tenía que meter los pies a las plastas de las vacas, cuando yo estaba preocupado del bótox… eso te cambia”, señaló.
“Y más encima esa gente me quiere, no me cuestiona por mi pasado. ¿Cómo no ser feliz con eso?”, concluyó.