En las últimas semanas, los seguidores de «Perdona nuestros pecados» han visto en la teleserie nocturna el excelente desempeño del actor a cargo de interpretar a Horacio Möller.

El esposo de María Elsa ha protagonizado varios conflictos al interior de la historia, pues no solo traicionó a su hermano Carlos al enamorarse de su mujer, Augusta, sino que además supimos recientemente que estuvo en la cama con la esposa de su padre, la misma noche en que fue asesinada y a pocas horas de haberse casado.

Sin duda, Gabriel Cañas está tomándose muy en serio su papel. Una interpretación que ha sido un desafío para su carrera, dando vida a un personaje que necesita entender más que justificar, según comentó al portal de Mega.

«Todos los personajes de la teleserie se las dan de nobles y en verdad dejan puras embarradas. Como que son todos buenos y malos a la vez, y corresponde a una temática muy actual», señaló inicialmente.

Respecto a su papel en la producción, asegura que «Horacio tiene varios motores. Uno de ellos es que él es una persona que tiene otra moral, una que no corresponde a la época… De hecho, Horacio tiene la enfermedad de ser hipersexual». Otro punto importante que define su descarado actuar son los vicios: «Empieza a refugiarse en el alcohol… Lo vemos más ofuscado, más reprimido, y cuando le sumamos copete, pierde la conciencia. Y ahora con lo que hizo, no tiene familia».

Respecto a lo ocurrido con Elvira Undurraga, Cañas cree que ese acercamiento responde a las visiones similares que ambos tenían, muy liberales y adelantadas a su tiempo. «Ellos no se amaban y no tenían una relación. Lo hacen por satisfacer presiones y necesidades momentáneas. Entre el alcohol, la borrachera, no lo pensaron, lo hicieron y nunca pensaron que alguien los iba a pillar», revela el actor.

Feliz/ desafiado/ agradecido. Tengo tremendos colegas, equipo técnico. Feliz todos los días de ir a trabajar. Si bien la hueaita es difícil y es de largo aliento… sigo sorprendiéndome de todo lo hermoso que puede generar este noble oficio de actuar.

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Gabriel Cañas adelanta que veremos escenas donde quizás entendamos a Horacio, pero está siempre presente el hecho de que el tipo es un descarado. «Es muy interesante apreciar la violencia que hay en él. Cuando pasan cosas fuertes despiertan cosas que son súper secretas de las relaciones humanas y eso me interesa recalcar y retratar en el personaje», dice.

En cuanto a las buenas críticas por su desempeño y la inspiración para dar vida al hijo mayor del alcalde de Villa Ruiseñor, el profesional revela que tiene varios referentes. Uno de ellos es el sátiro de la mitología griega. «Es quien inspira la imagen del diablo en la cultura católica, que hasta el día de hoy lo vemos con patas de cabra y cachos. Pero es un sátiro que tiene ocultos todos los deseos del hombre. No tiene el mal, sino las cosas que nos dan vergüenza: lo que nos cuesta asumir y mirar. Horacio es un personaje que habita en eso. Él es la lacra de la sociedad sin ser malo, él es así no más», concluye.