A Maly Jorquiera estamos acostumbrados a verla siempre riendo y alegrando a los demás. Lo hizo en el pasado con sus rutinas de «El Club de la Comedia» y posteriormente junto a Nacho Pop y Eduardo Fuentes en «Ridículos Chile».
Hoy en día, en el programa «MILF», se deja llevar junto a Claudia Conserva y Yazmín Vázquez, mostrando su lado más espontáneo. Y ese mismo carácter es el que saca a relucir en sus redes sociales, donde comparte con sus seguidores distintos momentos de su vida y donde aprovechó de documentar su primer embarazo.
Más recientemente, usó su cuenta de Instagram para contar cómo lo ha hecho para recuperar su delgada figura tras el nacimiento de su hijo con el también comediante Sergio Freire.
Por lo anterior, llamó profundamente la atención que, en la última publicación que realizó María Paz, el texto dejara afuera cualquier asomo de humor.
Y es que, un día como hoy, sufrió uno de los episodios más tristes de su vida, el que relató con detalle junto a una foto del recuerdo: «Lunes 6 de febrero el peor día de mi vida. Salí a trabajar y a mediodía recibí la llamada de mi padre gritando y diciendo que mi madre ya no respiraba, que él intentaba reanimarla, pero no funcionaba. No sé cómo logré llegar a mi hogar, solo recuerdo que le pedía en el camino a casa a mi amigo Dios que todo fuera mentira, pero no fue así. Mi madre yacía muerta en su cama, con su cuerpo destruido y su cabecita calva. El cáncer de mamas finalmente se la había llevado; habíamos perdido la larga y extenuante batalla de años contra él y yo en ese mismo instante quise morir», partió contando.
Y luego siguió: «Quería irme con mi mamá, a donde fuera que ella fuera. No podía imaginar la vida, ¡el mundo sin ella! Cada parte de mi cuerpo, cada órgano, cada célula de mí, sintió un dolor inexplicable, tan grande, que hasta el día de hoy evito recordar. Te moví, te grité ‘mamá’ y por primera vez estando frente a mí, no contentaste. ¡Nunca más respondiste! Odié la vida, odié el mundo y odié a Dios mi ‘amigo'».
«Hoy 6 de febrero del 2018, a doce años de su muerte, la extraño como el primer día y más, ¡¡mucho más!! Porque la necesito, porque hoy soy madre y mi hijo no conocerá a la gran abuela que pudo tener y porque hoy puedo sentir algo de lo que ella trataba de explicarme sobre tener un hijo y amarlo de una forma inconmensurable ¡e incondicionalmente!», agregó, haciendo alusión a Lucas.
Finalmente, Maly hizo una sentida reflexión respecto a la maternidad, y aprovechó de agradecer y pedir perdón.
«Hoy me doy cuenta de qué se trata ser madre ¡y todo lo que conlleva! Desearía pedirle perdón por los malos ratos, por las veces que no quise besarla, por las rabias que le hice pasar. No fueron pocas. Quisiera besarle su carita, sentir sus manos acariciándome, sus brazos y su cuerpo conteniéndome, pero no se puede, así que espero hoy volver a encontrarnos en mis sueños, como tantas veces lo hacemos, y disfrutar de estar juntas, ¡ir de vacaciones y conversar!», escribió, y concluyó: «Gracias por, a pesar de estar tan lejos, seguir tan cerca, con nosotros, cada día. Te siento siempre, ¡porque una madre nunca te abandona! ¡Una madre cuida más allá de la vida y la muerte! ¡Te amo! Tu hija María Paz Jorquiera Péndola».