Más allá de los conflictos con su hermana, Denisse Campos viene atravesando desde hace años una lucha personal, viviendo un proceso judicial contra el hombre que ejerció violencia intrafamiliar con ella.
Sin ahondar mayormente en los hechos, la modelo conversó con el sitio Biut, donde comentó que “fueron más de dos años de golpes, lesiones. Fue súper doloroso. Esta persona me perseguía por cada lugar donde iba a trabajar. Yo guardé todo este proceso en silencio y lo sobreviví largamente”.
Por eso, este miércoles utilizó sus redes sociales para compartir una noticia que la tiene tranquila, pues finalmente consiguió una condena para su agresor.
“¡Hoy lo conseguimos! Una condena ejemplar para un golpeador en Chile. Cristian Fernando Solís Moraga, alias ‘Kung-fu’, fue sentenciado hoy, a las 12 pm, a 10 años de cárcel y la prohibición de acercarse a mí”, fue parte del comunicado que escribió en Facebook.
Posteriormente, señaló al mismo medio que esto “es un logro inédito para el VIF (violencia intrafamiliar) conseguir una condena de 10 años sin apelación. Nos tiene sorprendidos y yo personalmente me siento orgullosa, emocionada. Antes me daba vergüenza comentarlo, pero ahora me siento orgullosa”.
La gemela de Daniella Campos confesó que el proceso fue un calvario: constatar lesiones, asistir al IML y juntar pruebas suficientes para un juicio oral, demostrar los hechos, llevar testigos. «Parecía imposible, pero todos fueron constantes, las pruebas fueron sólidas”, explicó.
Y luego agradeció a quienes tanto la ayudaron: «La fiscal Marcela González, mi abogada María Isabel Saavedra, la asistente social Claudia Miranda. Todas ellas fueron fundamentales e hicieron un trabajo en equipo, consistente. El SERNAM fue un pilar. Sin ustedes, hoy no estaría viva”.
Las últimas apariciones mediáticas de Denisse Campos fueron para aclarar los motivos que generaron el quiebre definitivo en la relación con su hermana Daniella, pero este proceso decidió vivirlo alejada de la prensa.
Tras la condena, la mujer solo tiene palabras alentadoras para las mujeres que también atraviesan situaciones de violencia. “Que todas las chicas no dejen sus denuncias a la mitad. Se puede. No se rindan. La justicia tarda, pero llega. Yo he tenido la valentía de enfrentar este proceso, de exponer este tema. Y hay que tener cojones para hacerlo”, manifestó.
Incluso, confesó que muchas veces pensó detenerse: “Yo quise desistir muchas veces por vergüenza, miedo, condena social. Pero finalmente lo hice porque sentí que era mi deber. Este es un tremendo triunfo para los casos de VIF en Chile. Por eso, no desistan de sus denuncias”, concluyó.