Esta semana no partió bien para Fernando Villegas, pues el medio The Clinic publicó recientemente un reportaje con varias acusaciones en contra del escritor, por maltrato laboral y acoso sexual. Para este texto, más de treinta personas relataron cómo dedicaba miras lascivas y comentarios obscenos a varias mujeres. Algunas lo enfrentaron, otras, aterradas, prefirieron callar.

Una maquilladora que actualmente trabaja en Chilevisión comentó que, cuando «Tolerancia Cero» se cambió al canal CNN Chile, inició una investigación respecto a estas conductas inapropiadas.

«Me citaron y me preguntaron si a mí me incomodaba su comportamiento. Yo dije que no, porque soy parada en la hilacha y la primera vez que me miró el trasero y me dijo una grosería, le paré los carros. Pero sé de otras compañeras, especialmente las que solo venían los fines de semana, que le tenían miedo y me pedían a mí que lo maquillara. Nadie lo acusaba porque una piensa para adentro: quién me va a hacer caso, el hilo se corta siempre por lo más delgado y cosas así. Lo que sé es que después de esa investigación, no le renovaron el contrato», señaló.

Piri Riveros, otra maquilladora que trabajó con Villegas, no escondió su identidad para relatar un episodio ocurrido en 2008, cuando llegó a Chilevisión tras haber pasado por TVN y Canal 13.

En ese entonces, señala haber sentido “una mirada muy inquisidora. Como había un ventanal de cristal detrás de nosotros, podía ver quién entraba y salía al área de maquillaje, peluquería y vestuario. Miro por el reflejo y me doy cuenta de que viene un caballero muy alto, que ya me está mirando el trasero sin disimulo. Era Fernando Villegas. No me saludó, pero mirándome de pies a cabeza, me dijo: ‘¿Dónde está la otra del turno? ¿Esa, la tetona?’. Le respondí que el turno me tocaba a mí y que por favor se sentara para maquillarlo». La primera impresión fue pésima, y ya se sentía muy incómoda.

«Me dijo que parecía geisha por mis ojos rasgados, y preguntó si acaso yo sabía a lo que se dedicaban las geishas. Al final terminé y al pararse me quedó mirando, y me dijo: ‘Mmm, tenís buen culo, ah’, y se fue. En la semana pensaba que venía el turno del domingo y era terrible, porque tenía que estar sola con Fernando VillegasEn los restantes programas siempre lo escuché referirse a mujeres por el poto o las tetas. Fue horrible», precisó.

Su experiencia no se aleja demasiado de la que hace poco tiempo decidió hacer pública la conocida psiquiatra María Luisa Cordero. Invitada a un programa con Villegas en 1995, recuerda haberse quedado sola con el comentarista de actualidad por unos segundos antes de entrar al set. «¡Qué buenas tetas tienes, Cordero!», le habría dicho él.

Cuando la doctora lo increpó, el hombre minimizó su comportamiento diciéndole: «¡Pero qué te pasa, mujer!».

Tras hacer esta revelación en el espacio de entrevistas «Mentiras Verdaderas», de La Red, parte del equipo de maquillaje se le acercó para agradecerle la valentía de denunciar al autor de numerosos libros.

“Me dijeron que le tenían asco y rabia, porque las manoseaba y les decía cosas. Recuerdo una señora de muy bajo perfil, que se me acercó después del capítulo en que lo conté y me dijo: ‘Gracias doctora por denunciar a ese degenerado. Supiera las cosas que nos hace a nosotras’», relató la profesional de la salud.

Piri Riveros comentó a The Clinic que, aunque la cambiaron de turno un mes después, igualmente expresó su malestar ante Jaime de Aguirre y Pablo Morales, productores del canal en ese tiempo.

 “Se les dijo personalmente que nos incomodaba que Fernando se refiriera a compañeras de la forma en que lo hacía, o que hablara de cosas sexuales mientras lo maquillábamos. Ellos le bajaron el perfil a la situación, lo interpretaron como que Villegas era un hombre fresco no más”, aseguró.

De Aguirre reconoció al diario que en algún momento le llamó la atención para que tratara a sus compañeras de trabajo con más respeto.

Sin embargo, a este relato se sumó el de una periodista del canal, quien expresó que “lo primero que hacía era mirarte desde lejos de arriba a abajo, como si te estuviera sacando la ropa. En dos ocasiones, me crucé con él en el pasillo y me sacó la lengua como si me la estuviera pasando por alguna parte. Y otra vez, se me acercó y me dijo al oído una cochinada tan grande que me dejó helada. Esa vez lo mandé a la mierda. Le dije: ¡Déjate de huevearme, conchetumadre!».

“Un lugar de trabajo debe ser un lugar seguro y Villegas me hizo perder ese sentido de seguridad que tenía hasta entonces. Una vez me acompañó mi pareja a una reunión a la que tuve que asistir y en la que estaría Villegas. Me dijo: ‘Voy a estar aquí afuera. Cualquier cosa que te haga este huevón me avisas y yo entro a sacarle la chucha’. Así de vulnerable me sentía”, agregó.

En el mismo reportaje, aseguran que el programa «Las Vueltas de la Vida», donde Villegas viajaba por Chile entrevistando a personajes con historias extraordinaria, finalizó por dos denunicas de maltrato laboral. Sin embargo, alcanzó a tener dos períodos al aire: 1997-1998 y 2003-2004.

Un ex directivo del programa aseguró que estas “fueron denuncias de maltrato laboral en su contra, por parte de dos productoras, las que determinaron que la estación dejara de hacer el programa”.

Una de las productoras que presentó una de las denuncias, aseveró que «era insoportable trabajar con él. Un maltratador, mal educado, que le decía groserías al equipo y a los entrevistados. Un desubicado total» y agregó que “nos daba abrazos asquerosos, mientras nos decía palabras de connotación sexual. Nunca una clara propuesta, pero claramente pasado en un cien por ciento de la raya».