Entre lágrimas, en horas de la noche, Camila Recabarren preocupó a sus seguidores con una seguidilla de publicaciones que hizo a través de Instagram Stories.

La ex Miss Chile dejó al descubierto, a través de varios mensajes, que estaba viviendo una fuerte desilusión, pues aparentemente descubrió la traición de un amigo muy cercano (muchos de sus seguidores presumen que sería Suro Solar, pero no ha sido totalmente confirmado).

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En la primera imagen, la panelista del matinal «Hola Chile» asegura que siente mucha pena y rabia, y que jamás imaginó tener cerca de ella a una persona tan mala. «Hace más de un año recibo hostigamiento, chantajes, amenazas y acoso. Y no solo yo: amigos, familia, fans, ex y trabajo… nunca bajando la intensidad. ¡Pero ya está! Me cansé», comentó posteriormente.

Posteriormente, la ex chica reality continuó con sus descargos, mostrándose realmente dañada a través de fotografías que hicieron pensar lo peor. «Tengo a mi hija y una hermosa familia que esta persona nunca podrá ni pudo tener. Me duele el alma. Me duele de verdad… Creo que hace tiempo no me dolía el alma», aseguró.

Luego, le envió un mensaje directamente a la persona que le habría hecho tanto daño: «Me carga mostrarme débil, pero mírame, lo conseguiste. Porque yo te entregué lo más honesto que tengo, que es mi amistad. Pero ya está, es la única vez que lloraré por ti». 

Las dudas aumentaron en la red debido a las publicaciones que a su vez hizo Suro Solar, quien aseguró en una de sus historias -la que posteriormente borró- que ya no tenía amigos ni familia, a pesar de que en varias ocasiones había asegurado que Camila y su hija Isabella eran para él como el núcleo de contención familiar que nunca había tenido.

A pesar de todos los comentarios y especulaciones que circulan, la ex de Joaquín Méndez no ha vuelto a aclarar la situación.

Sin embargo, esta mañana se mostró mucho más fuerte, con un  mensaje optimista que tranquilizó a quienes más la quieren: «¡¡Vamos, que la vida continúa!! Gracias a Dios, yo no necesito nada más que a mi hija al lado, sin la ayuda de NADIE», recalcó antes de anunciar: «Aguanté un año. Me enteré, me desahogué, denuncié. Se acabó el cahuineo, señores».