Fueron ocho años de relación: cuatro de ellos como matrimonio. Juntos tuvieron dos hijos, de seis y tres años, pero las cosas finalmente no resultaron y hoy llevan dos meses separados.
Primero, en 2015, Iván Cabrera anunció en Instagram que él y Tiffany Magrini habían decidido tomar distancia, pero ahora analiza esa instancia como una estupidez. «No fue en serio y fue muy cortito», reconoció en conversación con Las Últimas Noticias, medio al que también señaló que ahora se trata de algo definitivo.
«Uno no se casa pensando en que el matrimonio tiene fecha de vencimiento. Ha sido duro, pero son las cosas que van pasando en el camino las que hacen que la relación perdure o no. Y por decisión de ambas partes llegamos a la conclusión de separarnos… hemos tratado de llevarlo en paz y maduramente», explicó el ex chico «Yingo».
Según contó el bailarín, el desgaste en su relación con la venezolana tiene que ver con el carácter fuerte que ambos tienen. «Todos queríamos tener la razón, no teníamos acuerdo en cosas simples, y eso generaba pequeñas rencillas diarias… Es difícil que uno baje el moño y el otro no. Sin profundizar mucho, eso fue lo que empezó a afectar nuestra cotidianidad», explicó el ‘Potro’.
Por supuesto, los dos lucharon por salvar el matrimonio, pero no fue posible. «Si las cosas no cambian, no hay nada más que hacer. No pueden seguir remando cada uno por su lado estando en una relación», siguió diciendo Iván.
Por estos días, además, asegura que se ha enfocado en el trabajo porque «el hecho de estar constantemente ocupado hace que la cabeza no esté tan pesada con los reproches y la autocrítica que uno puede tener».
Actualmente, el bailarín que pasó también por «Rojo» está viviendo solo. «Me era importante tener un lugar apto donde recibir a mis hijos los días que me toca con ellos. Acá en la casa ellos tienen un lugar donde estar tranquilos y cómodos», reveló al mismo medio.
Finalmente, destacó que para él también es esencial tomar distancia. «Uno también necesita su espacio para vivir la pena que deja una separación, encontrarse y disfrutar las cosas nuevas que te van nutriendo», concluyó.