Una de las participantes que dio mucho qué hablar durante su paso por «Gran Hermano Chile» fue Constanza Capelli, quien abordó temas como el aborto, la bisexualidad, las relaciones tóxicas de pareja y la rehabilitación por consumo de drogas.

Y en una reciente entrevista de su madre, Paola Capelli, habló de lo complejo que fue para ambas enfrentar el proceso de su rehabilitación.

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«Creo que, cuando uno vive algo tan fuerte y doloroso como ver a una persona que amas casi perderse por el consumo problemático, hay una serie de cosas que quedan en segundo plano», comentó la mujer en conversación con revista Paula, haciendo alusión a las críticas que ha recibido el último tiempo por su rol de madre.

«Cuando Constanza y yo hablamos sobre su adicción, rápidamente incorporé lo que estábamos viviendo, no hubo tiempo para la negación: mi hija iba a comenzar un proceso de recuperación difícil y personal, entonces no quedaban espacios para pensar en lo que iban a decir los demás», agregó Paola.

Además dijo «hay un castigo social hacia las personas adictas. Y todo lo que vivimos como madre e hija no es parte de un programa de televisión, sino que es la realidad».

Entrevista en la que Paola Capelli además lanzó una profunda reflexión al respecto: «Los comentarios en redes sociales, cosas de las que yo no me hago cargo, usan el ‘tu hija es una drogadicta’ para denigrar y herir, y me parece que eso habla de una frustración y un nivel de ira encapsulado tremendo».

Sin embargo, destacó que la historia de la rehabilitación de Coni «es algo que nos pertenece y, aunque a mucha gente le choque esto, a mí me hace sentir orgullosa y siempre lo voy a decir, porque mi hija, así como tomó la decisión de consumir, también tomó la decisión de sanar».

«Cuando una persona consume, generalmente lo hace por una carencia, pero estas son enfermedades sociales, donde no solo hay una reflexión que debe venir desde los padres o tutores, sino que también hay una responsabilidad del entorno: de los amigos, de las parejas, de las familias, de las instituciones. Son muchos los factores», dijo la madre de la finalista de «Gran Hermano Chile».

Finalmente, Paola dijo que como madre, reconoció haber sentido temor al saber que estaba batallando con el consumo problemático de cocaína, pues su propia hija se lo comentó.

«No quería perderla. Es un terror que te recorre el cuerpo completo. Te llenas de pánico. Me daba miedo que se quedará ahí, que no saliera, que el entorno fuera más fuerte», confesó.

Y aunque fue una época muy difícil y oscura para ambas, la psicóloga aseguró que fue sanador para ambas: «Nos hizo apreciar la vida y nuestro vínculo, nos dio otra oportunidad donde teníamos que estar atentas a nuestras emociones, ya no podíamos omitir nuestros miedos, pero tampoco nuestra esperanza. Hay que quitarle el estigma de la vergüenza a la recuperación».

«A mis 50 años, la maternidad es una escuela que no termina. Mi tarea hoy en día es acompañarla, pero dándole una distancia de amor y respeto para que ella escriba su futuro», concluyó sobre su hija.