La modelo e influencer Lisandra Silva compartió un impactante testimonio en sus redes sociales, en el que relaciona una serie de problemas físicos y emocionales con un muñeco viral llamado Labubu, que ha ganado gran popularidad en el último tiempo.

Se trata de una figura de vinilo, de origen chino, que representa una especie de elfo monstruoso. Aunque su apariencia puede parecer inofensiva o incluso adorable para algunos, los muñecos Labubu han sido objeto de teorías y especulaciones debido a una supuesta conexión con Pazuzu, un demonio de la mitología mesopotámica, conocido por su presencia en películas como El Exorcista.

Lee también: «El contenido que nadie quiere ver»: Lisandra Silva recibe críticas tras lanzar al suelo una torta de cumpleaños

«Yo estaba demasiado feliz porque los quería tener. Así que enseguida los puse en mi cartera, los repartí en diferentes partes del cuarto e incluso se los di a mis hijos para que jugaran», relató Lisandra en un video publicado en Instagram.

Sin embargo, poco después comenzó a notar cambios en su estado de salud: «Empecé con un poco de dolor de cabeza, luego migrañas más intensas. Al principio lo atribuía al trabajo, al estrés o a la menstruación», explicó.

lisandrasilva

El testimonio de Lisandra Silva sobre los Labubu

Lisandra Silva aseguró que comenzó a experimentar síntomas aún más preocupantes: «Sentía como una pesadez gigante en mi cerebro. Era como una bola de humo negro que me inundaba completamente. Me despertaba muchas veces en la noche, y cuando lograba dormir, tenía pesadillas insoportables».

Mientras buscaba una meditación guiada para mejorar su descanso, la modelo cubana recibió un mensaje en su cuenta de Instagram con un video que hablaba sobre la conexión entre los muñecos Labubu y el demonio Pazuzu. Al ver el contenido, no dudó en relacionarlo con su propia experiencia.

«Automáticamente los agarré, como si fueran la niña Annabelle, y los llevé al otro cuarto. Cerré mi habitación con llave, me acosté y, por primera vez en mucho tiempo, dormí de corrido unas diez horas», reveló.

Finalmente, con un tono entre serio y desconcertado, Lisandra lanzó una pregunta abierta a sus seguidores: «¿Será que estos monitos son los que me están haciendo sentir así? Gente, ¿qué hago con ellos? ¿Los regalo, los entierro, los quemo, los boto?».

El testimonio de Lisandra Silva generó una ola de reacciones en redes sociales, con usuarios divididos entre quienes comparten sus sospechas sobre estos juguetes y quienes lo toman como una coincidencia o simple sugestión.