Desde que confirmó el término de su matrimonio con Ludmila Ksenofontova, con quien compartió 17 años de relación y cuatro hijos, Álvaro Ballero ha utilizado sus redes sociales para expresar el intenso proceso personal que está viviendo. El ex chico reality ha comentado que está retomando hábitos saludables, como mejorar su alimentación y volver a ejercitar, además de asistir a terapia psicológica. Sin embargo, en las últimas horas sorprendió al publicar un extenso y profundo desahogo tras pasar la tarde con sus hijos.
Ballero relató que celebró el cumpleaños de una de sus hijas en la que fuera su casa familiar, para luego regresar al lugar donde actualmente vive. Allí, reconoció sentirse emocionalmente descolocado:
«Estos meses se resumen en una sensación constante de incomodidad. Es vivir en un espacio que no siento mío, donde me reciben con cariño, pero donde no termino de pertenecer. Ha sido una montaña rusa: días luminosos, otros completamente oscuros, noches sin dormir y momentos en que creo que todo puede mejorar».
Lee también: El duro testimonio de Álvaro Ballero tras su separación de Ludmila Ksenofontova: «Un camino difícil y oscuro»

El ex chico reality profundizó luego en su proceso terapéutico, admitiendo que su principal motivación es convertirse en una mejor persona para sus hijos —y, de manera inesperada, también para su ex pareja—: «Me ha costado mucho. Tocar fondo es algo que no ves venir. La vida te lo escupe en la cara: no eras un buen padre ni un buen marido. Todo explotó en silencio y de golpe».
En ese contexto, Ballero reveló que, pese a que varias mujeres han intentado acercarse a él en este periodo, no se siente emocionalmente preparado para iniciar una nueva relación: «Hoy no soy nadie para buscar un romance fugaz. No me siento capaz de volver a amar. Estoy tratando de reunir los pedazos del corazón que me rompieron, y el pegamento simplemente no está. Han aparecido ex parejas, reinas y doncellas, pero este príncipe se siente un vagabundo imposible de conquistar».
Para cerrar, el hermano de Carla Ballero reiteró que su mayor anhelo sigue siendo recomponer su matrimonio y retomar su vida familiar junto a Ludmila: «Todavía sueño con mi familia. Aún uso la argolla, aunque no tenga sentido. Estoy lejos de lo que deseo, atrapado en un rincón donde la oscuridad pesa y el calor reconforta. No me saquen de aquí hasta que esta tormenta pase. ¿Cuándo será? No lo sé, y tampoco quiero saberlo».
La publicación generó cientos de mensajes de apoyo de sus seguidores, quienes destacaron su honestidad y valentía al compartir este difícil proceso.
