La revista GQ eligió a la cantante mejor pagada del mundo para ser la portada de su edición de noviembre, donde la rubia joven se luce en una transparencia que deja a la vista toda la sensualidad que Swift ha cultivado desde que se desprendió de su imagen de niña.
Michael Thompson fue el encargado de retratar a Taylor que se ve despampanante en las playas de California. Algunas de las fotos fueron subidas por la misma artista a su cuenta de Instagram, donde los fanáticos volvieron a expresar toda la pasión que genera la millonaria artista.