Pancho Saavedra está en una buen momento laboral, tiene el cariño del público y está más maduro. Así lo aseguró en «Bienvenidos» donde fue capaz de hacer un valiente mea culpa sobre su madre.
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El conductor de «Lugares que Hablan» confesó que cuando estaba en el colegio y su mamá trabajaba en la caja de una carnicería que tenían sus abuelos, él ocultaba su trabajo por vergüenza a que sus compañeros se burlaran de él, porque sus mamás eran profesionales. Admitiendo; «Me siento podrido por dentro porque, en ese momento de la vida, fui un pendejo ridículo».
Además señaló; «me castigué muchos años por eso. Me castigué, me dolió. Creo que pasó el tiempo y todavía me sigo castigando por esa situación. Todavía sigo diciendo por qué, si mis papás me enseñaron el amor por el trabajo. Yo creo que si soy un gallo trabajador hoy día, es por ellos, por verlos a ellos. Claro, como que fui creciendo con esa sensación de angustia». Pancho Saavedra aseguró que después de los 30 años logró superar esa angustia que sentía, de haber ocultado el trabajo de su madre.