«En mayo pasado se reveló que Marco Antonio Figueroa había sido despedido de Cobreloa. Según La Cuarta, el entrenador fue cesado de su cargo por haber apoyado a sus dirigidos y, de esa manera, «»perder la confianza de la dirigencia»», en el tema de los sueldos en medio de la crisis financiera que se vive en el fútbol chileno por el Covid-19.

Tras esto no se revelaron mayores detalles al respecto pero ahora, el Fantasma rompió el silencio tras conversar con el diario popular sobre diversos temas, entre ellos su salida del plantel loíno.

«»Al drama del Covid-19, los problemas en Cobreloa, se suma lo de la desaparición del Morelia por estos días… Sí, ya lo he dicho. Si bien el tema es difícil, esperemos que haya una luz al final del túnel. El Morelia es un equipo con muchos años, fui y espero ser el goleador histórico. Hice 140 goles y el segundo goleador tiene 70. Pero es un drama lo que se vive con eso. Imagínese que hay hinchas haciendo guardia para que no lleguen a desalojar el estadio. Da pena»», primero dijo, haciendo referencia a la venta del club azteca a Mazatlán, por lo que desaparecerá a días de cumplir 70 años.

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Luego de esto, se refirió a su polémica con Cobreloa: «»El 14 de de mayo me citaron a una reunión a las 19.30. Fui con mi auxiliar de campo. Me acuerdo perfecto. En ella estaba el presidente Walter Aguilera y los directivos Duncan Araya, Adrián León, Leonardo Troncoso, Ramón Tapia y vía online se encontraba José Luis Vega. La reunión duró media hora exacta y hablaron sólo tres personas: Aguilera, León y Vega. Los tres coincidieron en que yo quedaba fuera del club por falta a la confianza»», contó el técnico.

Para después explicar a qué se referían con la «»falta de confianza»». Sobre esto Figueroa dijo que «»siempre los jugadores y el cuerpo técnico estuvieron en el mismo saco -y eso está escrito-. Entonces a raíz de la pandemia y los sueldos hubo una negociación. Ahí dejé a los jugadores para que ellos negociaran. Y lo que se decidiera a mí me iba a tocar eso mismo. La dirigencia me acusó de manipular la negociación y meterme dentro. Y eso no fue así»», aseguró.

Tras esto, Marco Antonio reveló que la relación con la dirigencia se acabó de la peor manera: «»Al final de ese encuentro Aguilera me refrendó de que mientras él fuera presidente nunca más yo dirigiría Cobreloa. Y ahí yo le repliqué diciéndole que él no era el dueño, si no el presidente nomás»», concluyó.»