«Universidad de Chile está viviendo un mal momento. Ya que luego de perder el Superclásico ante Colo Colo, los azules acumulan cuatro partidos consecutivos sin triunfos y lo que en un momento parecía una candidatura seria por el título del Campeonato Nacional, ahora se transformó en la lucha casi desesperada por mantenerse, por lo menos, en los puestos que le den un cupo a torneos internacionales la próxima temporada.

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En medio de esta crisis, algunos apuntan a la mala elección de jugadores por parte del entrenador Esteban Valencia y a su supuesto relajo en los entrenamientos. Pero en Azul Azul, y sobre todo con la nueva administración, hay otros factores que se han identificado como posibles justificaciones.

Según informan fuentes en Universidad de Chile, se tiene conciencia de que hay «»ciertos jugadores»» en el plantel que presentan un preocupante sobrepeso, y que en las mediciones del índice de masa corporal reprueban.

Razón por la cual y tras al derrota ante Everton de Viña del Mar, se está analizando la posibilidad de intensificar los controles físicos a toda la escuadra, algo en lo que se cree Valencia no ha reparado con el énfasis que se debía.

Pero esto no es todo, ya que a la nueva administración también llegaron varios rumores, entre ellos que algunos jugadores «»aprovechan»» las sesiones vespertinas de entrenamiento para «»no guardar el reposo necesario»» en las respectivas jornadas previas. Algo que técnicamente no está mal ni rompe ningún tipo de protocolo interna de conducta, pero que ha adquirido nuevos ribetes luego de los malos resultados que el equipo ha tenido en los últimos partidos.

Todo lo anterior ha sido muy considerado por el nuevo gerente deportivo Luis Roggiero, quien ya tiene una idea sobre los jugadores a los que se les renovará para el 2022, y a quienes con contrato vigente se mantendrá o no en la planilla.»