La Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) enfrenta un nuevo foco de tensión de cara a la temporada 2026, luego de que los clubes de la Segunda División Profesional anunciaran una drástica postura respecto al próximo campeonato.
Mediante un comunicado conjunto, las 12 instituciones que componen la categoría informaron que decidieron de forma unánime no dar inicio al torneo del próximo año mientras no se realice una modificación estructural al calendario del certamen. La principal exigencia apunta a reducir la duración del campeonato, actualmente fijada en nueve meses, a un máximo de siete.
Lee aquí: La Roja confirma nuevo amistoso contra selección clasificada al Mundial 2026
Segunda División solicita acortar el torneo
Según expusieron los clubes, la decisión responde a la compleja situación económica que atraviesa la división, escenario que, aseguran, se ha agudizado en el último tiempo y ha puesto a algunas instituciones históricas en riesgo de desaparición. En ese contexto, advirtieron que la extensión del torneo resulta insostenible para la realidad financiera de la categoría.
Desde la Segunda División Profesional sostienen que el actual formato no solo afecta la viabilidad económica de los clubes, sino que también impacta directamente en las condiciones laborales de los futbolistas, profundizando la precariedad contractual y el desgaste financiero durante una temporada excesivamente larga para el nivel de ingresos que maneja la división.
Ante este escenario, el Sindicato de Futbolistas Profesionales (SIFUP) vuelve a posicionarse como un actor clave en las conversaciones que se avecinan. Los clubes manifestaron su disposición a entablar un diálogo abierto con las autoridades del fútbol chileno y con el gremio de jugadores, con el objetivo de encontrar una solución consensuada.
Finalmente, las instituciones recalcaron que esperan comprensión por parte de la ANFP y del SIFUP frente a la gravedad del panorama que enfrenta la categoría, subrayando que cualquier definición debe priorizar la sostenibilidad económica de la Segunda División y la estabilidad laboral de quienes forman parte del campeonato.
