En 1858 se publicó su reglamento oficial en los Estados Unidos. Se está hablando del póker, no por casualidad el juego de cartas actualmente más difundido a nivel internacional.
Las razones que hoy llevan a más de cien millones de personas a dedicarse cada año a el sólo en su formato online son varias. Entre ellas, se encuentran principalmente la posibilidad de ganar grandes premios con un poco de suerte y mucha preparación, beneficiarse de numerosas promociones y jugar desde el lugar y en el momento que más se prefiere sirviéndose de un simple Smartphone.
Extremadamente divertido en todas sus variantes y modalidades de juego, el póker también se distingue por ser capaz de proporcionar enseñanzas importantes a aquellos que se dedican a el. En particular, como se verá en este artículo, este concepto es especialmente válido para los empresarios, que pasando tiempo en la mesa verde pueden aprender a administrar de forma mejor su negocio. Jugar es la mejor manera de poner a prueba tus conocimientos contra otros oponentes y comprender qué estrategias funcionan o no, como en los negocios. En esta industria, uno de los mejores operadores del juego te permite probar todas estas particularidades en diferentes entornos en algunos de los torneos de poker más importantes.
Lecciones del póker transferibles al mundo empresarial
Definir el propio bankroll
Este término no se usa sólo en el póker, sino también en los otros juegos clásicos de casino. Más simplemente, con el se indica la cantidad máxima de dinero que se decide destinar al juego ya antes de comenzar la primera mano de uno de los torneos de póker más importantes del mundo o de un simple desafío con los amigos de una vida.
Ser capaces de gestionar de forma adecuada el propio bankroll es una empresa decisiva para cualquiera que tuviera el deseo de alcanzar grandes objetivos y, sobre todo, no quisiera poner en riesgo los ahorros acumulados con tanto esfuerzo. Esta es una habilidad que, si se practica en la mesa verde, también puede ser extremadamente relevante para los empresarios que, llevados por el entusiasmo o extremadamente confiados en su potencial, podrían terminar asumiendo un riesgo financiero mucho mayor que sus posibilidades reales.
Optar por una visión a largo plazo
Siempre tratando de respetar los propios límites, cada jugador de póker que se precie ha aprendido inevitablemente que el camino hacia el éxito no sólo está lleno de obstáculos, sino que también es bastante largo. Por supuesto, hay quien, con un poco de ayuda por parte de la suerte, se vuelve millonario sin mucho esfuerzo – véase en este sentido el caso Moneymaker – pero, en general, para convertirse en una leyenda hay que estar preparados para correr un maratón y no un sprint.
Esto significa que no se puede caer después de una derrota y tampoco exaltarse demasiado después de una victoria fulminante. La capacidad de planear, el equilibrio y el trabajo duro adquiridos en un torneo de póker se pueden transferir al mundo empresarial.
Saber farolear
Los campeones han elevado esta habilidad a un verdadero arte. El faroleo, de hecho, si se usa de la manera y en el tiempo adecuados, puede ser relevante a la hora de decidir el destino de un desafío de póker.
En concreto, el bluff consiste en engañar a los oponentes haciéndoles creer que la combinación de cartas que se tiene es mejor o peor de lo que realmente es. Además, a menudo las emociones traicionan a los jugadores manifestándose a través de gestos y movimientos involuntarios del cuerpo, por lo que aprender a analizarlos y evitar reproducirlos es esencial.
Después de haber enunciado lo que se entiende por farol, es oportuno trasladar este concepto a la realidad empresarial. Debiendo tener una visión a largo plazo, siempre es mejor no engañar a los potenciales clientes haciéndoles creer que los productos que se promocionan son diferentes de lo que realmente son; tarde o temprano, de hecho, se darán cuenta del truco y se terminará quedando mal.
Montar la ola del éxito
En pocas palabras, este concepto se puede traducir así: nunca abandonar la mesa cuando las cosas van bien. Como se sabe, el póker es un juego con altibajos constantes; de hecho, cada partida es independiente de la precedente y es probable que una mano positiva vaya seguida de una negativa.
Cuando las victorias comienzan a acumularse, sin embargo, hay que agradecer a la diosa Fortuna y seguir jugando; por supuesto, esto también se aplica al mundo de los negocios. Lo que importa, es recordarse siempre y de todos modos de no realizar nunca apuestas fuera del propio alcance.
Aceptar la derrota
Este elemento está directamente relacionado con el anterior, aunque de polo diametralmente opuesto. Al igual que en cualquier otro ámbito de la vida, cuando se juega póker las cosas pueden ir increíblemente mal y el primer paso hacia el éxito consiste en ser conscientes de ello y aceptarlo.
Inmediatamente después, uno se dará cuenta de que debe dejar de jugar para evitar daños potencialmente irreparables. También en los negocios, por lo tanto, a pesar de que los sueños pueden ser destruidos por una derrota, siempre es oportuno cerrar la empresa que se gestiona, cederla o cambiar el plan de acción.
Formarse constantemente
No sentirse nunca como si se hubiera llegado. El mundo del póker, así como el de los negocios, es una realidad en la cual sólo se puede tener éxito si se tiene sed de conocimiento, posiblemente más que los mismos oponentes.
En este sentido, en ambas actividades existen muchas herramientas a las cuales se puede recurrir. Por ejemplo, hay quienes prefieren leer o ver tutoriales en YouTube, pero también quienes optan por tomar clases privadas o adquirir cursos en formato digital.
Respetar el propio nivel
El estudio constante al que se acaba de hacer referencia incluye la necesidad de familiarizarse con las reglas del juego. Después de hacerlo, sin embargo, se debe también ser conscientes de que no es sólo la teoría que marca la diferencia, sino más bien su adecuada combinación con la práctica.
Cada jugador es diferente y sólo puede respetar sus propios límites y ritmos naturales. Darse cuenta de esto es crucial para entender que es oportuno empezar desde el primer peldaño de la escalera y sentarse sólo en las mesas frecuentadas por principiantes antes de pasar a los competidores de más alto nivel.
Del mismo modo, quien abre una empresa debe fijarse el objetivo de competir con otras que estén a su alcance. Esto puede hacer toda la diferencia del mundo al decidir la suerte o el fracaso de dicha actividad.
Divertirse
Dejar de disfrutar de lo que se hace es una clara señal de que tal vez es hora de retirarse de la actividad en cuestión. Además, todo funciona mejor cuando se hace algo con amor y pasión.
Ningún jugador de póker podría aspirar a alcanzar niveles profesionales si considera el tiempo que pasa en la mesa verde nada más que una simple acción mecánica. Lo mismo sucede en los negocios: divertirse no sólo dará mejores resultados, sino que también transmitirá un aire de confianza y entusiasmo a los clientes.
Mundo empresarial y póker, en conclusión
Los que se dedican al póker conocen bien todos los beneficios que esta actividad puede aportar a varios aspectos de la vida cotidiana. Aún más conscientes de este hecho son los empresarios apasionados de este juego.
Aquellos que viven en primera persona en el mundo de los negocios y frecuentan habitualmente las mesas verdes de los casinos – ya sean físicas o en línea – saben que estas dos realidades tienen mucho más en común de lo que podría parecer. De hecho, como se ha visto en este artículo, los empresarios pueden extraer del póker una serie de lecciones muy importantes.
Por ejemplo, más se aprende a gestionar los propios limites en el póker y más se logra también hacerlo en una actividad empresarial. Siempre a titulo de ejemplo, quien haya aprendido a disfrutar del juego, logrará también hacerlo sin mayores dificultades cuando esté ocupado en su negocio.