Una nueva polémica sacude a la ANFP. Esta vez, por un hecho ocurrido en la temporada 2015-16 del fútbol chileno, donde Deportes Puerto Montt había ascendido a Primera B y se preparaban para una temporada en la segunda categoría del balompié nacional. Sin embargo, el ente rector del fútbol chileno les golpeó la puerta.

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Desde Quilín le avisaron al club sureño que si quería participar del Ascenso aquella temporada debía pagar la debida cuota de inscripción: 25 mil UF, es decir, unos 940 millones de pesos  o casi 1 millón de dólares.

deportes puerto mott

Este dinero debía pagarse al contado, pero como tan solo un puñado de empresas en Chile pueden darse ese gusto, se fijaron 10 cuotas, según informó el portal de Primera B Chile. Y ahora, casi 10 años después, Puerto Montt pide que se le devuelvan esos montos -ajustados a la UF de hoy-.

Por esta razón, recurrió al Tribunal de la Libre Competencia (TDLC), argumentando que «la institución fue directamente dañada deportiva y patrimonialmente por el ilícito anticompetitivo» que significa cobrar dicha cuota de inscripción.

Desde el club además aseguraron que hacer esto, los llevó a «tener una planilla de jugadores muy reducida, sin grandes referentes deportivos en las contrataciones, manteniendo una base importante del torneo anterior, renovando a muchos de aquellos que lograron el campeonato de ascenso, 15 jugadores en total e incorporando muy pocos nuevos y experimentados jugadores en esta nueva división, apostando a mantener la categoría y con eso ir logrando el equilibrio financiero que permitiera cumplir con los compromisos pactados».

Finalmente, otro argumento de los puertomontinos es que jamás participó en la aprobación de estas cuotas de inscripción, ya que al ser un equipo de Segunda División, no tenía voz ni voto en los Consejos de Presidentes. Ya que solo participan elencos de Primera y Primera B.

Por lo que hoy, Puerto Montt exige ante la Justicia que se acojan todas sus partes de la demanda, y que se obligue a la ANFP a cancelar de vuelta esas 25 mil UF por concepto de Daño Emergente. Un nuevo problema para Pablo Milad, quien el último tiempo ha estado en la palestra.