«El futbol chileno está atravesando por momentos muy graves ya que nuestra jugadora Durby Duran está enfrentándose a una complicada enfermedad que tiene a todos de cabeza.
La joven atleta, con tan solo 21 años de edad, fue hasta ayer que salió de la sala de cuidados intensivos y se está recuperando poco a poco, se encuentra hospitalizada en el Hospital San Juan de Dios en la ciudad de Curicó.
Fueron momentos difíciles para la familia de la arquera chilena, porque no se sabía cuál sería el desenlace que tendría, estaban esperando hasta lo peor.
Resulta ser que el pasado 23 de Enero, fecha en que la futbolista estaba de cumpleaños, se comenzó a sentir un poco mal, tenía una molestia en el estómago, después de haber transcurrido 7 días, es ingresada al hospital y es operada casi que emergencia.
Durby mantuvo a su familia en zozobra, al comienzo fue al hospital y los médicos pensaron que era un simple virus, donde toaron la decisión de enviarla a la casa con un tratamiento simple.
Pero al día siguiente la jugadora comienza a tener muchos vómitos pero de manera impresionante, dolores de pecho y de espalda. Los padres se dieron cuenta que lo que le sucedía a la muchacha no era un simple virus y acudieron al hospital.
La madre Carmen Rojas nos cuenta que la atleta de 21 años, se comenzó a sentir muy mal y la llevaron de urgencia al hospital. Los médicos la revisaron y dieron un diagnóstico, la operan o se muere.
Los galenos se dirigieron a los padres y le dijeron que estuviesen preparados para todo lo que podía pasar, ya que la chica estaba grave. Le advirtieron que debían estar preparados para todo, así que fuesen preparando las cosas, terrible advertencia para unos padres que se encontraban muy preocupados.
La arquera cuando ingresa al hospital la reseña que nos dieron los médicos y la madre fue que en el corazón y los pulmones tenían líquido, comprometiéndose también los riñones. Luego de estar cuatro días hospitalizada no les daban ninguna esperanza a los padres ya que la joven permanecía hospitalizada con un cuadro muy desalentador.
Pero el optimismo y las ganas de vivir que tiene la joven jamás la doblego. Esta ha sido la mayor prueba que ha tenido mi hija, no dice la madre. Hoy en día después de la operación se le ve que se está recuperando.
Ya está parándose y caminando en la habitación su recuperación es lenta pero segura, los médicos le están realizando una serie de exámenes para descartar que sea un posible lupus o la enfermedad de Still.
Deseamos de todo corazón que se recupere y que la podamos seguir disfrutando en la cancha de juego, donde ella se siente libre y nos deleita con sus grandes jugado atrapando el balón. Fuerza y mucho ánimo Durby.»