Aunque no alcanza las dimensiones del fútbol, el tenis es uno de los deportes más populares en Chile. Esto se puede apreciar en el número de personas que lo practican a diario, así como en la gran demanda que se experimenta en una casa de apuestas como Epicbet of Betano. 

Las siguientes figuras icónicas han representado al país a nivel internacional, batiendo récords y acumulando récords importantes en el mundo del tenis.

 

Fernando Gonzáles

La carrera de Fernando González es una de las más destacadas en la historia del tenis chileno. Su pasión por el deporte lo llevó a iniciar su camino como junior, alcanzando el número uno en la categoría sub-14 en Chile en 1994 y destacándose rápidamente a nivel internacional. 

En 1997, junto a Nicolás Massú, se consagró campeón de dobles del US Open Junior, un logro que se complementó en 1998 con los títulos de individuales y dobles de Roland Garros Junior.

Su despegue profesional ocurrió a inicios de los 2000, obteniendo su primer título ATP en Orlando en 2000. Un punto de inflexión fue su gran desempeño en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, donde ganó la medalla de oro en dobles (con Massú) y el bronce en singles, convirtiéndose en el deportista chileno con más medallas olímpicas.

González alcanzó su máximo nivel en 2007, logrando el número 5 del mundo en el ranking ATP y siendo finalista del Abierto de Australia. Su potencia, especialmente su reconocida derecha, una de las más potentes de la historia, le permitió obtener 11 títulos individuales y 3 en dobles a lo largo de su carrera. 

El tenista chileno también logró victorias sobre figuras legendarias, incluyendo a los entonces números uno Lleyton Hewitt, Andre Agassi y Roger Federer. En los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, añadió una medalla de plata en singles a su palmarés.

En el 2012, Gonzáles anunció su retiro del deporte. «Esto ha sido por respeto a mi trayectoria, y por eso he decidido dar un paso al costado y retirarme del tenis profesional. El tenis me ha dado unas vivencias increíbles, conocí mucha gente admirable, maravillosa, experiencias al límite», manifestó el deportista de 31 años,” declaró el tenista sobre la conclusión de su carrera de 12 años. 

En la actualidad, Fernando Gonzáles no se ha desligado completamente del tenis, ya que participa en exhibiciones y lidera entrenamientos para talentos emergentes con regularidad.

 

Nicolás Massu

El “Vampiro” Nicolás Massú es otro tenista que ha forjado una memorable carrera profesional. Su camino en el circuito ATP, iniciado en los años 90, lo consolidó como uno de los grandes talentos chilenos de su generación.

A lo largo de su trayectoria, Massú se adjudicó seis títulos en la categoría de singles, destacando sus victorias en Buenos Aires (2002), Palermo y Amersfoort (2003), y Kitzbühel (2004). Su máximo desempeño individual en el ranking lo llevó a alcanzar el prestigioso número 9 del mundo, una posición que solo comparte con otros dos grandes del tenis nacional, Marcelo Ríos y su compañero de duplas, Fernando González.

Además de sus triunfos en el circuito regular, el viñamarino demostró ser una pieza fundamental en la representación de Chile. Fue clave en la obtención del bicampeonato de la Copa Mundial por Equipos en Düsseldorf en 2003 y 2004. 

Como se mencionó anteriormente, Massú obtuvo una medalla de oro en los Olímpicos de 2004 en la categoría de dobles gracias a su desempeño con Fernando Gonzáles. Además de este logro, se llevó la medalla de oro en la categoría masculina individual, convirtiéndose en el primer chileno en lograr este hito.  

Tras anunciar su retiro del tenis competitivo en 2013, Massú no se alejó de las canchas. Asumió un rol crucial como capitán del equipo chileno de Copa Davis, guiando a la nueva generación de tenistas nacionales. 

Posteriormente, amplió su influencia como entrenador a nivel internacional, destacando su trabajo con el austríaco Dominic Thiem, a quien ayudó a conquistar títulos importantes, incluyendo el US Open en 2020.

«Creo que traté siempre de entregar lo mejor de mí, tratar de demostrar que las y los chilenos sí podemos ser los mejores, de que realmente se puede, y obviamente que con el paso de los años también las nuevas generaciones van viendo que las cosas son posibles con mi ejemplo» reflexionó el extenista en 2023 al recordar su legado.

 

Marcelo Ríos 

Finalmente, no se puede excluir a Marcelo Ríos, a quien se le considera el tenista más grande en la historia de Chile. Su legado fue tan grande que ha inspirado a una nueva generación de tenistas que se encuentran actualmente activos y cuyos partidos son pronosticados en diversas casas de apuestas en Chile.

Su hito más significativo ocurrió el 29 de marzo de 1998, cuando se coronó número 1 del mundo en el ranking ATP. Este logro fue histórico, ya que Ríos se convirtió en el primer tenista latinoamericano en alcanzar la cima en la era abierta.

El ascenso al número uno se selló tras una magistral victoria contra Andre Agassi en la final del Masters 1000 de Miami, completando el prestigioso “Sunshine Double” (ganar Indian Wells y Miami consecutivamente). Ríos logró este hito sin haber ganado un título de Grand Slam, siendo uno de los únicos dos jugadores en la historia en conseguir el número 1 con esa particularidad. Hasta la fecha, es el único jugador que ha sido número uno a nivel junior, profesional y senior.

A lo largo de su carrera, el “Chino” cosechó 18 títulos individuales y se destacó por su estilo de juego, a menudo descrito como impredecible y brillante. Su capacidad para golpear con ambas manos y su talento innato para la contradefensa le permitieron dominar la cancha con una elegancia y precisión inusuales. 

Ríos también fue un especialista en los torneos Masters 1000, ganando cinco de estos prestigiosos títulos (Montecarlo, Roma, Hamburgo, Indian Wells y Miami), empatando con Gustavo Kuerten como el latinoamericano con más títulos en esta categoría.

Aunque su carrera estuvo marcada por la controversia y la renuencia a interactuar con la prensa, el impacto de Ríos fue masivo. Su ascenso inspiró a toda una generación en Chile y redefinió lo que era posible para los jugadores latinoamericanos en el circuito mundial.