La relación entre Gustavo Álvarez y la dirigencia de Azul Azul sigue tensionada. Tras manifestar su deseo de abandonar la banca de Universidad de Chile, el técnico ha intentado negociar su cláusula de salida, mientras que el club se mantiene firme en exigir el monto total de 1,2 millones de dólares, sin contemplar rebajas, algo que Álvarez buscaría obtener.
En los primeros informes se indicó que el representante del estratega había propuesto un pago cercano a los 300 mil dólares como indemnización para resolver su partida, oferta que habría sido rechazada por la dirigencia. No obstante, surgió una nueva versión que apunta a una postura conflictiva por parte del entorno del entrenador.
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El periodista Cristián Camaño detalló la situación en Radio Agricultura: «No se ha hablado de cifras por parte de Álvarez con la dirigencia porque no quiere pagar directamente. No ha puesto ninguna cifra y, por ahora, su negociación apunta a no pagar nada».
Camaño agregó: «Álvarez sabe que la U está apurada por contratar un nuevo director técnico debido a los compromisos con posibles fichajes, por lo que su estrategia es desgastar al club. No quiere pagar ni un dólar y no ha presentado ninguna propuesta formal. En la dirigencia están muy molestos porque perciben que busca irse sin cumplir económicamente».
Este episodio abre un nuevo capítulo de tensión en Universidad de Chile, que actualmente se encuentra en pleno proceso de reestructuración de cara a la temporada 2026, en la que participará en el Campeonato Nacional, la Copa Chile y la Copa Sudamericana.
