Ayer, 10 de junio de 2025, Chile cayó 2-0 frente a Bolivia en el Estadio Municipal de El Alto, a más de 4.100 metros de altitud. La derrota dejó a La Roja con las manos vacías confirmando su eliminación del Mundial 2026.
Miguel Terceros abrió el marcador a los cinco minutos, aprovechando un descuido defensivo. Enzo Monteiro, por su parte, sentenció el partido en el minuto 89 tras un rebote que Brayan Cortés no pudo controlar. Parece que la altura, una vez más, jugó en contra, pero el verdadero problema estuvo en la cancha.
La Roja no encontró respuestas, y el sueño mundialista se desvaneció en la fría tarde boliviana. Mientras tanto, los fanáticos, buscando algo de emoción tras la derrota, podrían registrarse en Coolbet para seguir la acción de otros partidos y competiciones.
Un partido para olvidar en un día para recordar
El encuentro tuvo momentos que aún resuenan en la cabeza de los hinchas. Bolivia quedó con diez jugadores tras la expulsión de Lucas Chávez en el minuto 18, lo que parecía una oportunidad dorada para Chile.
Sin embargo, La Roja no supo capitalizar la ventaja numérica. Alexis Sánchez, aislado en el ataque, apenas pudo generar peligro. Para colmo, Francisco Sierralta vio la tarjeta roja en el minuto 55, dejando el partido en igualdad de condiciones.
Claro está, la falta de ideas y la desconexión en el juego chileno fueron más evidentes que nunca. Bolivia, en cambio, defendió con orden y aprovechó sus momentos. ¿Cómo no logramos imponernos con un hombre más?
La sombra de un tercer Mundial perdido
La eliminación del Mundial 2026 pega duro. Es la tercera vez consecutiva que Chile se queda fuera de la cita planetaria, un golpe que duele especialmente tras los días gloriosos de la generación dorada. Aquellos años de Copas América y batallas épicas contra los gigantes sudamericanos parecen lejanos.
Con solo 10 puntos en 16 partidos, La Roja ocupa el último lugar de la tabla, con una producción goleadora pobre (9 tantos) y una defensa que ha recibido 24 goles. Por lo tanto, las cifras reflejan un equipo sin rumbo, incapaz de competir en unas Eliminatorias que no perdonan.
El adiós de Gareca y el fin de una era
Ricardo Gareca, quien llegó con la esperanza de revivir a La Roja, no pudo cumplir el objetivo. Tras la derrota ante Bolivia, su salida como técnico se hizo oficial. Su apuesta por un recambio generacional no dio frutos, y decisiones como sacar a Ben Brereton a los 35 minutos del partido generaron más críticas que aplausos.
De hecho, las pifias de los hinchas en el Estadio Nacional durante el último partido en casa ya anticipaban el descontento. Gareca deja un equipo en crisis, y la ANFP ahora enfrenta el desafío de encontrar un nuevo líder. Sobre todo, urge alguien que devuelva la confianza y trace un camino claro hacia el Mundial 2030.
El ocaso de la generación dorada
Alexis Sánchez, el último estandarte de la generación dorada, lo dijo claro: “El recambio ya está, la generación dorada está enterrada, solo quedo yo”. Sus palabras resuenan como un epitafio para una era que marcó al fútbol chileno. Jugadores como Arturo Vidal, Gary Medel o Claudio Bravo ya no están, y los nuevos rostros no han logrado llenar ese vacío.
Parece que el peso de la historia juega en contra de los más jóvenes, quienes aún no encuentran su lugar. Aún así, nombres como Lucas Cepeda o Vicente Pizarro dan algo de esperanza, pero el camino es largo.
Mirando al futuro con más dudas que certezas
La eliminación temprana obliga a la ANFP a replantear todo, desde la formación de jugadores hasta la identidad del equipo. Entre los nombres que suenan para tomar las riendas están:
- Gustavo Quinteros, quien conoce el medio y ha dirigido selecciones con éxito.
- José Néstor Pékerman, un experto en proyectos a largo plazo, ideal para un recambio generacional.
- Jorge Sampaoli, cuyo estilo intenso podría encender nuevamente la chispa, aunque su regreso parece complicado.
- Luis Menao Nicolás Córdova, opciones locales que podrían apostar por los talentos jóvenes.
La elección del nuevo técnico será clave para definir el futuro. Además, urge fortalecer las divisiones menores y recuperar la competitividad perdida.
Una herida que invita a la reflexión
La derrota ante Bolivia no es solo un resultado deportivo, es un espejo que refleja las carencias del fútbol chileno. Las redes sociales hierven con opiniones que van desde la nostalgia por la generación dorada hasta la exigencia de un proyecto serio.
Por ahora, La Roja debe cerrar las Eliminatorias con dignidad, enfrentando a Brasil y Uruguay en septiembre. Más bien, estos partidos serán una oportunidad para empezar a construir algo nuevo. Claro está, el camino no será fácil, pero el fútbol siempre da revancha. ¿Estará Chile listo para tomarla?