Si hay un deporte que mueve masas y puede fungir como un transformador social, sobre todo en Latinoamérica, es el fútbol. Este deporte, que parece ser simplemente una puesta en escena de 11 contra 11, va más allá y puede tener incidencia incluso en el estado de ánimo de los hinchas al finalizar el encuentro o campeonato que se esté disputando.

Ese impacto del que hablamos tiene pruebas irrefutables como el conocido “Maracanazo” en el que Uruguay derrotó a Brasil en el Maracaná y se convirtió en una fecha de “luto” para el fútbol brasileño. También el “Centenariazo”, en el que la selección de Venezuela le ganó a Uruguay después de subestimarlos de manera repetida en la previa o ejemplos propios como las dos Copas América conseguidas por nuestra selección hace menos de una década que hicieron que tildaran a “La Roja” de “arrogante”.

El fútbol es deporte y el deporte es cultura, una cultura que aleja a los niños de vicios y problemas en la calle, que junta a padres con sus hijos a alentar por un mismo equipo desde que son niños y los relaciona como “su actividad o hasta lenguaje del amor”.

Esta cultura del fútbol es tan grande que tiene repercusiones incluso económicas en nuestra nación, porque cada uno de los clubes que conforman la Primera División de Chile generan puestos de trabajo de manera directa e indirecta, venden merchandising que hace crecer a otras industrias como el turismo nacional e internacional. En 2024, la ANFP confirmó que los clubes pertenecientes movieron una suma total de $166.570 millones de pesos.

Una de las industrias que más ha visto el crecimiento económico son las apuestas deportivas en línea, que hoy día se encuentran en proceso de ser reguladas en nuestro país. Esta legalización está revolucionando la experiencia del espectador, ya que muchos fanáticos del fútbol demuestran su conocimiento del deporte aprovechando hacer apuestas con promociones, tal como el código promocional Betano para apostar por sus equipos favoritos en un sitio seguro y confiable.

El rol de los hinchas

Los fanáticos tienen un peso preponderante en todo esto que mencionamos, incluso se dice que es tal el impacto de fútbol en la sociedad que en algún momento ex seleccionado Carlos Caszely llegó a mencionar qué políticos “pautaban” encuentros de Colo-Colo y la U en fecha 11 de septiembre para así evitar manifestaciones en su contra.

Caszely comentó en ese mismo momento “todo el mundo sabe que la dictadura se aprovecha mucho del deporte, y del fútbol, en especial, para hacer olvidar a la gente de sus problemas; el fútbol es el circo del pueblo”.

Los hinchas que son “partidarios entusiastas de alguien o algo, especialmente de un equipo deportivo” como lo indica el Diccionario de la Real Academia Española son parte fundamental del esquema del fútbol, sobre todo porque en sus orígenes, mucho antes de las “barras” la financiación de los clubes venía por membresías que les vendían a los hinchas.

Hoy, la realidad quizás no es la misma porque los clubes son autosustentables con la venta de entradas, patrocinios y venta de jugadores, pero los que comenzaron esto, por allá, por la década de los 20 (1920) fueron los hinchas y a ellos es que se le debe todo este crecimiento sostenido que han tenido los clubes desde entonces. Otra realidad es que en las últimas décadas, la violencia de las barras bravas se ha convertido en un problema preocupante en el fútbol.

A pesar de los problemas, la pasión de los hinchas sigue siendo un elemento esencial del fútbol en Chile. Mantener un ambiente familiar y seguro en los estadios es crucial para que los fanáticos puedan disfrutar plenamente de su equipo. Una combinación de educación, sanciones a los violentos y un mayor compromiso de los clubes y de las barras será clave para lograr este objetivo.