La privacidad online se ha convertido en una de las grandes preocupaciones que todos nosotros tenemos. A medida que la mayoría de los procedimientos que hacemos se realizan a nivel online, es cada vez más habitual que los grupos de cibercriminales traten de robar nuestros datos personales o bancarios para tratar de hacer negocio con ellos. Un escenario que debemos evitar a toda costa.

Con el auge de las redes sociales, las compras online en nuestras tiendas favoritas y la creciente cantidad de datos que compartimos en internet, es clave tomar todas las medidas posibles para asegurar nuestra privacidad. Más allá de los clásicos hackers, la realidad es que también existen una gran cantidad de sitios web no seguros, además de diversos riesgos que pueden comprometer nuestra privacidad. A continuación te contamos todo lo que tienes que saber al respecto.

 

Asegúrate de que la web tiene HTTPS

Una de las principales precauciones que debemos tener en cuenta cuando navegar por internet es asegurarnos de que el sitio web que estamos visitando utiliza el protocolo HTTPS. Este protocolo garantiza que los datos que se envían entre tu navegador y el sitio web estén cifrados. De este modo, se dificulta que los hackers intercepten y accedan a la información transmitida cuando, por ejemplo, queremos jugar a pronósticos deportivos.

Para verificar si un sitio web utiliza HTTPS, simplemente tienes que revisar la barra de direcciones de tu navegador. Si la dirección web comienza con «https://» en lugar de «http://», y ves un icono de candado, puedes estar seguro de que el sitio está protegido. Aunque esto no garantiza al 100% que el sitio sea seguro, sí añade una capa importante de seguridad que debemos valorar para asegurar nuestra tranquilidad.

HTTPS es especialmente crucial cuando estás proporcionando información sensible, como tus credenciales de inicio de sesión, datos bancarios o información personal. Los sitios web que se encargan de gestionar transacciones bancarias, como ocurre con cualquier comercio online, deben tener siempre HTTPS, como ocurre cuando vamos a apostar en Epicbet.com. Si un sitio no lo tiene, es recomendable que evites seguir navegando. Y, sobre todo, introducir datos personales en él.

Además, es recomendable recordar que algunos hackers pueden crear sitios web falsos que imitan a los reales para robar tus datos. De hecho, se trata de una técnica bastante frecuente. Por ello, además de comprobar el uso de HTTPS, asegúrate de que el sitio web al que estás accediendo sea legal y revisa cada detalle al máximo.

Nunca cedas tus datos personales

Uno de los principios fundamentales de la privacidad online es no compartir tus datos personales cuando no sea estrictamente necesario. Esto incluye información como tu nombre completo, dirección o número de teléfono, entre otros. Los estafadores y hackers pueden utilizar esta información para llevar a cabo fraudes de identidad, como los ataques de phishing. En último término, también se puede utilizar para vender nuestros datos personales.

Es común que muchos servicios online soliciten datos personales como requisito para acceder a algunas de sus funcionalidades. Sin embargo, antes de cederlos, nuestra recomendación es que te preguntes si es realmente necesario proporcionar esa información.

Una situación similar nos la encontramos con plataformas como Facebook, Instagram o X, antigua Twitter. Todas estas redes sociales nos permiten compartir momentos de nuestra vida con amigos y seguidores, pero esto también significa que tu información personal puede quedar expuesta. Es recomendable que configures tus perfiles para que solo las personas pueden acceder a tus publicaciones, evitando terceros que puedan entrar al mismo y obtener información personal que no quieres compartir.

 

Evita revelar tus claves bancarias

Hasta ahora, hemos hablado de los datos personales. Pero, ¿qué ocurre con los datos bancarios? Las claves bancarias y cualquier tipo de información financiera son especialmente sensibles. Revelar esta información a la persona o entidad equivocada puede tener como última consecuencia sufrir un importante robo financiero que puede llegar a dejarnos sin dinero.

Nunca compartas tus claves bancarias. Las entidades bancarias nunca te pedirán tus contraseñas ni información sensible de manera directa. Solo a través de la aplicación y si previamente te has identificado de manera correcta. Si recibes una solicitud sospechosa, es mejor ignorarla y contactar directamente con tu banco a través de sus canales oficiales.

Otra práctica esencial es para proteger nuestra seguridad, es utilizar la autenticación de dos factores (En muchos casos, lo verás señalizado con este indicador: 2FA) en tus cuentas bancarias y en cualquier app que utilice información sensible. La autenticación de dos factores añade una capa adicional de seguridad, puesto que obliga a tener un segundo paso de verificación, como un código enviado a tu teléfono móvil, además de tu contraseña habitual.

En caso de duda, no pulses en ningún link

Al igual que ocurre con el ámbito físico, la precaución es clave para evitar problemas. Si dudas de alguna página web o de algún enlace, la mejor recomendación por la que puedes optar es por no interactuar con él. Los enlaces maliciosos pueden llevarte a sitios que instalan malware en tu dispositivo, roban tus datos o te engañan para que compartas información personal.

El phishing, como ya hemos anticipado, es una de las técnicas más comunes utilizadas por los ciberdelincuentes para robar información. Estos ataques suelen comenzar con un correo electrónico o mensaje cuyo remitente parece que es de confianza. El mensaje suele incluir un enlace que te lleva a un sitio web falso o te pide descargar un archivo adjunto que contiene malware y que, a la postre, termina afectando a tu ordenador y compromete tu información.

En lugar de hacer clic directamente en un enlace, es importante que verifiques la URL pasando el ratón directamente sobre el enlace (sin hacer clic) para ver a dónde te dirige realmente.

Pese a que en internet cualquier precaución es poca, con estos consejos vamos a añadir una capa extra de seguridad a todas las acciones que realicemos.