«Este domingo fue una fecha muy importante para el futbol profesional femenino, quedara plasmada en las páginas de la historia, ya que clásico universitario se jugó como preliminar del masculino.

Pudimos observar un estadio lleno, el de Ñuñoa, cuando sonó el pitazo final, ya se encontraba en el recinto más de 15 mil personas, una cifra muy alentadora para el futbol profesional femenino. Su resultado final de este encuentro tan importante fue de 3-2, la Universidad de Chile ante su rival eterno, la Universidad Católica.

La jugadora Montserrat Grau, fue la gran protagonista del partido, ya que nos decía un hasta luego. Esta gran jugadora  va a seguir con su carrera del balón pie en España.

La gran deportista aplazó su viaje para el viejo continente ya que su deseo final fue el poder vivir el encuentro en el Nacional. Este sueño se le hizo realidad, con un estadio a reventar, lleno de fanáticos, le hicieron una despedida descomunal, transmitiéndole las mejores de las buenas vibras.

Esta chica se va a probar y conocer nuevos retos y nuevas experiencias en el viejo Continente. Va a llevar y a compartir toda su formación en los clubes chilenos, sin duda alguna será una travesía que jamás olvidara.

“Para mí ha sido una experiencia única, mi sueño se me hizo realidad, se me han cumplido mus metas. Me siento muy orgullosa de mi, todo lo que he hecho, lo hago por mi país, por todos. Ver mi estadio lleno me llena de mucha satisfacción. Fue mi despedida, de hecho aplace mi viaje porque sentía la necesidad de jugar en este encuentro. Ya mañana parto a España, me voy cargada de mucha energía y muy agradecida de mi club”, afirmo la gran jugadora.

La volante chilena, antes de irse, analizo el desarrollo del futbol femenino y el gran apoyo de los clubes, especialmente el de la Universidad de Chile, donde nos relató lo siguiente:

“Cuando nos referimos de la situación financiera es algo muy importante para los clubes ya que es como el corazón de los planteles, sin dinero no se puede arrancar con nada. Mientras estuve en el equipo de la Universidad de Chile puede entregarme de cuerpo y alma, me dedique 100%. Muchas de mis compañeras estudian, trabaja y llegaban muy cansadas a los entrenamientos.

Es muy difícil poder exigirles a las jugadoras un rendimiento de un 100%. Necesitamos muchos recursos para que las niñas puedan dedicarle su tiempo a esta profesión como debe ser, así subiremos de nivel”, finalizo.»