«Como ya sabemos hoy se cumplen 30 años de una de las situaciones más bochornosas de la historia del futbol profesional chileno. Se cumplen tres décadas del gran Maracanazo.

El 3 de septiembre de 1989, fue uno de los días más fatídico para la fanaticada y los jugadores chilenos. El recordado Maracanazo ha sido un escándalo sin precedentes, donde ese día todos los chilenos sentimos una profunda vergüenza.

Esta fecha nos servirá de ejemplo para que jamás se vuelva a repetir una situación similar ya que nos dejó en ridículo ante todo el mundo. Un escándalo que lo recordaremos por siempre. Esta fecha inolvidable se jugaba para las clasificaciones para el Mundial de Futbol de Italia 1990.

El arquero para ese entonces era el gran arquero Roberto “Cóndor” Rojas, donde se auto agredió para que de esta manera provocara la suspensión del partido. Este día tan fatídico para nosotros surgieron suspensiones y multas para nuestro equipo chileno.

Este episodio que ocurrió durante este encuentro entre estos grandes equipos como lo fueron la selección de Brasil y la selección chilena. Al caer cerca del portero una luz de bengala, el gran “Cóndor”, se tira al piso para hacer creer que esta luz lo habría golpeado.

Luego Rojas saca un bisturí y se auto flagela realizándose un corte en la ceja para hacer creer que fue herido  por aquella bengala. De manera inmediata el árbitro manda a suspender el partido y los jugadores chilenos piden una camilla para que se lleven al herido y puedan asistirlo en la medicatura.

Días después, la FIFA, después de realizar sus investigaciones, descubre que el arquero Rojas había planeado todo lo ocurrido, de esta manera para sacar ventaja. En este momento deciden sancionar a varios jugadores y la Federación Chilena de futbol sin poder competir para los mundiales.

Para el momento de lo ocurrido, muchos pensaron que la luz de bengala que cae cerca del arquero chileno había provocado las heridas, por lo que el equipo chileno no estaba dispuesto a volver a la cancha de juego y disputar el encuentro.

Fernando Astengo, fue uno de los jugadores castigados, hubo un jugador que siempre quiso volver a jugar y terminar el partido. “Fue una gran estupidez de mi parte asumir la responsabilidad del retiro del equipo, en mi calidad de segundo capitán, este castigo que me dio la FIFA, que años más tarde me declararon inocente”, palabras de León Astengo .El único jugador que quiso seguir fue Jaime Pizarro.

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