Este sábado se disputó un partido clave de la Primera B entre Deportes Copiapó y Universidad de Concepción, correspondiente a la fecha que definía el ascenso. En el Estadio Luis Valenzuela Hermosilla, el Campanil goleó 3-0 y aseguró su regreso a la Primera División tras cinco años de ausencia.
Sin embargo, el encuentro terminó marcado por un bochornoso episodio. A los 88 minutos, tras la conversión de un penal por Ignacio Herrera que selló la victoria penquista, se desató una verdadera guerra campal entre ambos equipos. La celebración de los jugadores de la U. de Concepción provocó la furia de algunos futbolistas de Copiapó, dando inicio a una pelea a golpes en pleno terreno de juego.
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Pero eso no fue todo: las cámaras de TNT Sports registraron a un hincha de Deportes Copiapó involucrado en la trifulca, quien ingresó al campo de juego para agredir a jugadores del equipo rival. Tras propinar algunos golpes, el aficionado fue retirado hacia la tribuna.
Debido a estos hechos, el árbitro Juan Lara decidió suspender temporalmente el partido mientras se evaluaba la situación. Tras varios minutos de incertidumbre, el cuerpo arbitral dio por terminado el encuentro, dejando a la Universidad de Concepción levantando la copa del Ascenso.
El bochornoso episodio volvió a encender el debate sobre la seguridad en los estadios chilenos y la necesidad de medidas más estrictas para proteger a jugadores y espectadores.