No aprendió la lección. Tras ser desvinculada de Chilevisión por las polémicas declaraciones que hizo respecto al caso de Tea Time y su ex polola Valentina Henríquez, la señora María Luisa Cordero sigue utilizando su plataforma radial para opinar de manera muy polémica sobre diferentes temas de contingencia.

Esta vez, la psiquiatra apuntó sus dardos al ex bailarín de «Rojo» que hace unas semanas protagonizó un confuso incidente en un motel de la capital. Pablo Vargas reconoció su error y pidió disculpas públicas en diferentes medios de comunicación, asegurando que estaba en medio de un tratamiento con antidepresivos que, al mezclarse con alcohol, le provocaron el estado de histeria.

«Yo quisiera corregir a este joven. Si fuera cierto que está tomando antidepresivos e ingirió alcohol, él habría caído en coma… Yo me temo que no es cierto que él estaba tomando eso. Si consume drogas, todos esos estados de excitación psicomotoras, descontrol de impulsos, es alcohol con drogas. No me vengan a decir que es depresión», aseguró la mujer en su programa de la radio El Conquistador.

Pero la polémica no quedó ahí, pues el programa «Intrusos» conversó con Pablo para conocer sus impresiones respecto a la acusación de la ex panelista de «Primer Plano».

«Respecto a la doctora Cordero, la respeto por ser una persona de la tercera edad. Esperaría de ella que me dijera a lo mejor ‘oye, Pablo, yo te puedo atender si estás pasando por un problema’… Me duele que ella hable y que lo escuche mi familia. Eso es lo que más a mí me llega», aseguró el bailarín.

Y agregó: «A mis papás les da mucha pena. Ellos no son muy expresivos y no les gustan mucho los medios de comunicación. Que ella se apoye en su título profesional para dar una opinión televisiva, o en redes sociales, donde queda todo registrado, o radio, es complicado, porque tú te tienes que hacer cargo de tus palabras».

En ese sentido, Vargas hizo hincapié en la cantidad de reclamos y demandas que han recibido los medios que dan tribuna a los polémicos dichos de la dra. Cordero, quien habla siempre sin filtros. «Yo creo que es por ella hablar de otra gente y blasfemarla sin tener motivos ni pruebas. Uno puede hablar mucho, pero si no estuviste ahí y no tienes pruebas, es re fácil inventar», concluyó.

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