Un gran susto vivieron el animador Rafael Araneda y su familia, luego de sufrir un violento portonazo durante la noche de este domingo, en la comuna de Vitacura.
Según datos entregados por Carabineros, al menos 10 delincuentes -quienes se movilizaban en dos vehículos y portaban armas de fuego- intimidaron al animador de «La mañana de Chilevisión» para posteriormente robarle su vehículo.
Hechos que ocurrieron cuando Araneda volvía a su casa junto a su esposa e hijos luego de disfrutar de una tarde cine. Según indicó el propio conductor del Festival de Viña del Mar, esto no se habría tratado de un simple portonazo, ya que al cerrar el portón de su vivienda, los sujetos intentaron abrirlo para ingresar al lugar y desvalijar su hogar.
El compañero de Carola de Moras habló con Radio Bío Bío sobre lo ocurrido, señalando: «Yo venía del cine con mi señora y mis tres hijos. Cuando me voy bajar del auto veo por el espejo retrovisor a dos o tres autos atrás mío, adentro de mi casa. Como estaba con los niños, me bajé rápidamente con las manos arriba. Les dije ‘Llévense todo, llévense todo’».
Además, agregó que vivió un tenso momento cuando los delincuentes tomaron a cada integrante de su familia. «Ahí me preocupé. A una se la llevaron a un lado, me fui para allá. Otro tomó a Vicente. Con Marcela -Vacarezza, su esposa- pasó lo mismo. Cada uno tomó a uno de los integrantes de la familia… Muy violento y muy en la dinámica en que está este país, lamentablemente (…) Todavía con nerviosismo, no por el robo, sino que por el susto (…) Nos encañonaron», detalló.
El rostro de Chilevisión también reveló que sus hijos quedaron con mucho temor. «El más chico me dice: ‘Papá, no quiero salir a la calle’. Yo le digo: ‘Mira, estamos bien, no nos pasó nada, compadre’. Yo lo trato de animar, pero los niños quedaron muy asustados», señaló.
Sobre las cosas que les robaron, el comunicador indicó que los antisociales se llevaron sus teléfonos y las carteras. Además, su madre y su hermana se encerraron por temor en la casa cuando vieron que los estaban asaltando. Acto seguido, presionaron el botón de pánico y se contactaron con los servicios de alarma.
Finalmente, impactado por lo sucedido, Araneda concluyó que esta fue «una situación súper violenta, lamentable y para el olvido. Pero forma parte de lo que nos estamos acostumbrando en los últimos años, porque aquí hay chipe libre para la delincuencia».