Gabriel Cañas es uno de los actores que ha alcanzado gran popularidad con su personaje de Horacio Möller en la teleserie «Perdona nuestros pecados», de Mega.

Aunque tiene un rol muy conflictivo en la historia, pues mantuvo un romance con su cuñada y posteriormente con su madrastra, ha sabido ganarse el cariño del público debido a su impecable interpretación.

En la ficción, el esposo de María Elsa muestra problemas con el alcohol, sin embargo, lo peor es que también se convirtió en cocainómano.

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Recordemos que la teleserie está ambientada en 1957, por eso muchos televidentes se han preguntado si en dicha época existía la cocaína en Chile, respuesta que fue aclarada por el historiador Gonzalo Peralta, quien conversó con Las Últimas Noticias sobre este tema.

«El consumo de cocaína ya existía en los años 20. Estaba muy restringido, asociada a la bohemia y circunscrita a gente de altos ingresos porque era muy cara y difícil de encontrar», comentó el especialista.

Además, quiso aclarar que el medio de distribución de esta droga eran los prostíbulos, boites y centros nocturnos. «A fines de los años 40 hay un golpe de estado en Perú y se instala una dictadura militar que reprime el narcotráfico. En el 52, en Bolivia hay una revolución de izquierda que provoca cierto desorden», explicó al medio nacional.

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Pero cuando esos dos países -que manejaban en dicho entonces el tráfico y la producción de cocaína- dejaron de hacerlo, Arica se convierte en el centro de refinamiento y distribución de droga. «Con esto en Chile comienza a circular más cantidad de cocaína. Se establece una red de narcotráfico organizada», indicó Peralta.

Por otro lado, Ramón Sotomayor, académico del Instituto de Fisiología de la Universidad de Valparaíso, aclaró otra pregunta que muchos seguidores de la trama nocturna se hacen: ¿La hemorragia de Horacio es real?

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Según indicó el facultativo, el sangrado se produce por esnifar, es decir, aspirar la cocaína por la nariz. Esto provoca una contracción de los vasos sanguíneos, lo que a largo plazo hace que tanto tejidos como mucosa se vayan dañando.

«Hay células que van muriendo, se produce desprendimiento de tejidos y, por lo tanto, sangrado», concluyó.