Los últimos capítulos de la teleserie nocturna de Mega han estado marcados por la detención de Armando Quiroga, quien fue acusado de matar a Elvira Undurraga luego de que el comisario de Villa Ruiseñor reuniera las pistas suficientes como para iniciar un proceso en su contra.

Ayer, de hecho, «Perdona nuestros pecados» inició con una escena en que el padre Reynaldo trataba de convencer al malvado personaje de Álvaro Rudolphy para que confesara su crimen. Sin embargo, su discurso religioso no fue suficiente y de ahora en adelante el testimonio de sus más cercanos es lo único que puede condenar de manera definitiva al asesino.

Pero lo que más llamó la atención de los televidentes fue la escena final, cuando Isabel no aguantó más tiempo separada de su padre y partió a visitarlo en el mismo calabozo.

En ese lugar, le confesó que está embarazada, pero lo hizo en un diálogo bastante peculiar luego de que él le preguntara cómo lo había hecho -considerando que está separada de Gerardo y él sabe de su plan para amarrarlo con un bebé-.

«Lo importante es que usted por fin va a tener un nieto mío, papito, y ese hijo mío va a ser tan lindo… Va a ser rosadito, va a tener los ojitos claritos… no como los niños feos de la María Elsa», le dijo emocionada.

Pero, tras esa revelación, vino un momento que impactó no solo al público, sino también a la mencionada María Elsa, quien llegaba a visitar a su padre y se encontró con una retorcida imagen.

Isabel y Armando, jurándose apoyo incondicional en este complejo escenario, sellaron el compromiso con un beso en la boca, ante lo que la esposa de Horacio Möller no dudó en encararlos.

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